El expresidente estadounidense Joe Biden hizo su primera aparición pública desde que reveló que padece cáncer de próstata en etapa 4. Su oficina confirmó el 18 de mayo que al hombre de 82 años se le diagnosticó un cáncer de próstata agresivo, sensible a las hormonas, que se extendió a los huesos.
En declaraciones a la prensa en el Aeropuerto Internacional Bradley de Connecticut el viernes, donde asistió a la graduación de su nieto, Biden dijo que se sentía “de maravilla” a pesar del diagnóstico. El expresidente estuvo acompañado por la exprimera dama Jill Biden.
Expertos médicos han cuestionado cómo un cáncer tan avanzado pasó desapercibido, señalando que una puntuación de Gleason de 9 suele detectarse mediante pruebas de detección rutinarias. Un portavoz de Biden declaró el martes que el expresidente no se había hecho la prueba de la enfermedad en más de una década, añadiendo que su última prueba de PSA conocida fue en 2014 y que nunca había recibido un diagnóstico de cáncer de próstata hasta la semana pasada.
El presidente Donald Trump afirmó que los asesores de Biden utilizaron su condición para impulsar políticas no autorizadas, calificándola de “traición al más alto nivel”. El vicepresidente J.D. Vance cuestionó la capacidad de Biden para liderar. “No creo que haya podido hacer un buen trabajo para el pueblo estadounidense”, declaró.
Los senadores republicanos Ron Johnson y John Cornyn han solicitado investigaciones para determinar si se ocultó la condición de Biden durante su mandato. Johnson declaró a Axios que planea solicitar el testimonio de un par de docenas de personas que tuvieron o deberían haber tenido contacto directo con Biden. Cornyn publicó una carta dirigida a la fiscal general de EE. UU., Pam Bondi, solicitando una investigación para determinar si se engañó deliberadamente al público.
La revelación surge a raíz de un nuevo libro, “Pecado Original”, que alega que el equipo de Biden ocultó signos de deterioro mental durante su presidencia. El informe ha renovado las críticas a su decisión de presentarse como candidato en 2024, antes de retirarse tras un mal desempeño en un debate.
El expresidente ha negado las acusaciones de que sufría deterioro mental, afirmando: No hay nada que lo sustente. Por otra parte, tras la derrota del Partido Demócrata en las elecciones presidenciales de 2024, Biden afirmó que podría haber ganado las elecciones si hubiera permanecido en la contienda.