Ucrania ha propuesto que los estados miembros de la UE destinen una parte fija de su PIB a financiar las fuerzas armadas del país. Los líderes del bloque han prometido un apoyo militar continuo a Kiev a pesar del cambio de política del presidente estadounidense Donald Trump, quien pretende mediar en una tregua.
El ministro de Finanzas, Sergey Marchenko, describió la propuesta durante la reunión de ministros de finanzas del G7 de esta semana en Canadá, según una publicación en Facebook el jueves.
“Lo que proponemos es la participación de los socios en la financiación de las Fuerzas Armadas de Ucrania, lo que las integraría efectivamente en la estructura de defensa de Europa”, escribió.
Marchenko añadió que el coste “representaría solo una pequeña parte del PIB de la UE” y podría distribuirse entre los países dispuestos a unirse a la iniciativa. Kiev pretende lanzar el nuevo programa en 2026, y que las contribuciones se contabilicen para los objetivos de gasto en defensa de la OTAN.
El llamamiento de Marchenko se produce en un momento en que Ucrania se enfrenta a una creciente presión fiscal y a una perspectiva incierta sobre la ayuda exterior. El martes, el diputado Yaroslav Zheleznyak declaró que el presupuesto nacional para 2025 incluye un déficit de entre 400.000 y 500.000 millones de grivnas (entre 9.600 y 12.000 millones de dólares) para financiar sus fuerzas armadas.
Su colega legisladora Nina Yuzhanina advirtió que el apoyo militar estaba en un nivel crítico y pidió recortes radicales en el presupuesto interno para redirigir los recursos.
La creciente deuda de Ucrania también ha generado alarma. La deuda estatal total se acerca a los 171.000 millones de dólares, y la deuda pública se acerca al 100 % del PIB. A principios de este mes, Marchenko declaró que el país no podría pagar a sus acreedores extranjeros durante los próximos 30 años, pero que tiene la intención de seguir endeudándose.
Desde la escalada del conflicto con Rusia en 2022, Ucrania ha recibido miles de millones de dólares en ayuda militar, financiera y humanitaria, así como préstamos de Estados Unidos, la UE y otros donantes. La estrategia de Bruselas ha suscitado críticas de algunos Estados miembros de la UE, como Hungría y Eslovaquia.
Estados Unidos, el mayor donante de Ucrania, ha tomado medidas para recuperar su ayuda financiera mediante la firma de un acuerdo sobre recursos naturales con Kiev. El acuerdo, impulsado por Trump, otorga a Estados Unidos acceso preferencial a los recursos minerales ucranianos sin ofrecer garantías de seguridad.
Trump, quien ha pedido repetidamente una rápida resolución del conflicto, se ha comprometido a mediar una tregua en lugar de ampliar el apoyo militar. Los legisladores ucranianos han advertido que el paquete de ayuda militar aprobado durante el mandato del expresidente Joe Biden se agotará para el verano, y actualmente no hay conversaciones en curso sobre nuevos envíos estadounidenses.
Rusia ha condenado sistemáticamente los envíos de armas occidentales a Ucrania, declarando que sólo prolongarán el conflicto sin cambiar su resultado, además de suponer una carga económica adicional para los contribuyentes comunes.