Los adolescentes europeos recurren cada vez más a los cigarrillos electrónicos y rechazan las drogas y el alcohol, según un nuevo análisis sobre los hábitos de los estudiantes en todo el continente.
El nuevo informe, conocido como Proyecto de Encuesta Escolar Europea sobre Alcohol y Otras Drogas (ESPAD), incluyó a casi 114.000 estudiantes de 15 y 16 años en 37 países europeos.
Ha monitoreado las tendencias en el consumo de drogas, tabaco y alcohol, entre otros aspectos, entre los adolescentes europeos durante 30 años. Así se ubicó la población adolescente en 2024.
Cigarrillos y alcohol
Si bien las tasas de tabaquismo han disminuido desde la década de 1990, la probabilidad de que las niñas preadolescentes fumen a diario ha aumentado en los últimos años, según el análisis.
El uso de cigarrillos electrónicos también sigue aumentando: el 44 por ciento de los estudiantes ha probado los cigarrillos electrónicos al menos una vez y el 22 por ciento dice que vapea regularmente, frente al 14 por ciento cinco años antes.
La mayoría de los adolescentes dicen que los vapeadores son fáciles de conseguir, y la tendencia está “alimentando las preocupaciones sobre el uso dual de cigarrillos tradicionales y electrónicos y reflejando un cambio más amplio hacia productos alternativos de nicotina”, señala el informe.
Cabe destacar que el alcohol parece estar volviéndose menos popular: tanto el consumo general como los excesos de bebida han disminuido en las últimas dos décadas.
Sin embargo, el consumo excesivo de alcohol entre los adolescentes sigue siendo un problema en algunas regiones, con las tasas más altas en Dinamarca (55 por ciento), Alemania (49 por ciento) y Austria (48 por ciento).
El informe también revela que los adolescentes beben a edades más tempranas. Aproximadamente tres de cada cuatro estudiantes han probado el alcohol, y uno de cada tres consumió su primera copa a los 13 años o menos.
El consumo de drogas ilegales
En 2024, el 12 por ciento de los estudiantes había probado el cannabis, lo que la convierte en la droga ilegal más consumida en Europa , a pesar de que es el nivel más bajo registrado desde 1995.
Los adolescentes varones, en general, tienen más probabilidades de consumir cannabis que las adolescentes, pero esa brecha se está reduciendo.
La cocaína y el éxtasis (también conocido como MDMA) son las siguientes drogas ilegales más populares; aproximadamente el 2 por ciento de los estudiantes las han probado alguna vez, seguidas por el LSD u otros alucinógenos y las anfetaminas.
En general, el 13 por ciento de los adolescentes han probado drogas ilegales al menos una vez, y esa prevalencia ha disminuido lentamente desde aproximadamente 2015. Sin embargo, hay grandes diferencias entre países, con tasas que van desde el 3,9 por ciento en Georgia y Moldavia hasta el 25 por ciento en Liechtenstein.
Cabe destacar que los estudiantes europeos toman cada vez más medicamentos recetados por razones no médicas: el 8,5 por ciento ha probado tranquilizantes y sedantes, mientras que el 6,9 por ciento ha tomado analgésicos para drogarse, según muestra el análisis.
Juegos, redes sociales y apuestas
Cuatro de cada cinco adolescentes juegan videojuegos al menos una vez al mes, pero los juegos ya no son un deporte dominado por los varones adolescentes, según el informe.
Si bien los niños siguen teniendo más probabilidades de ser jugadores, la prevalencia de los juegos entre las niñas se ha más que triplicado desde 2015, aumentando del 22 por ciento al 71 por ciento el año pasado.
Por otro lado, las niñas también son más propensas a usar las redes sociales de una manera que consideran problemática, pero los niños han visto un aumento mayor en el uso dañino de las redes sociales durante la última década.
En general, casi la mitad de los estudiantes informaron un uso problemático de las redes sociales en 2024.
Casi uno de cada cuatro adolescentes ha jugado por dinero durante el último año, incluso jugando a máquinas tragamonedas, loterías, juegos de cartas o dados, o haciendo apuestas en deportes o carreras de animales.
La mayor parte de estos juegos de azar se realizan en persona, aunque el 65 por ciento de los jugadores adolescentes lo hacen en línea.
Los niños son más propensos a jugar que las niñas, aunque también existe una gran variación entre países. Las tasas de juego oscilan entre el 9,5 % en Georgia y el 45 % en Italia.
“Aunque muchos países europeos han adoptado regulaciones de juego más estrictas en los últimos años, con un mayor enfoque en la protección de los menores, el juego entre los adolescentes europeos se ha mantenido estable”, señala el informe.