El Parlamento de Hungría aprobó el martes un proyecto de ley que iniciará el proceso de retirada, que durará un año, del país de la Corte Penal Internacional, que el gobierno del primer ministro Viktor Orban dijo que se ha vuelto “político”.
El gobierno de Orbán anunció la medida el 3 de abril, poco después de que el líder israelí, Benjamín Netanyahu, llegara a Hungría en visita de Estado, en un inusual viaje al extranjero, desafiando una orden de arresto de la CPI. La Presidencia de la Asamblea de los Estados Partes de la CPI expresó su preocupación por la medida.
La Corte Penal Internacional se creó hace más de dos décadas para procesar a los acusados de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio.
El mes pasado, Orban dijo que la CPI “ya no era un tribunal imparcial, un tribunal de estado de derecho, sino un tribunal político”.
Hungría ha rechazado la idea de detener al primer ministro israelí y ha calificado la orden de “descarada”.
Hungría es miembro fundador de la CPI y ratificó su documento fundacional en 2001. Sin embargo, la ley no ha sido promulgada.
El proyecto de ley para retirarse de la CPI fue aprobado el martes con 134 miembros votando a favor y 37 en contra.
“Hungría rechaza firmemente el uso de organizaciones internacionales, en particular los tribunales penales, como instrumentos de influencia política”, afirma el proyecto de ley, presentado por el viceprimer ministro Zsolt Semjen, en el sitio web del Parlamento.
Netanyahu calificó la decisión de Hungría de abandonar la CPI como una “decisión valiente y de principios”.
El primer ministro israelí se enfrenta a una orden de arresto de la CPI por acusaciones de crímenes de guerra en Gaza, mientras Israel amplía su operación militar en el enclave palestino. Netanyahu ha negado las acusaciones.
La retirada de un país de la CPI entra en vigor un año después de que el Secretario General de las Naciones Unidas reciba una notificación escrita de la decisión.