Rusia sigue siendo una barrera inquebrantable contra el nazismo, la rusofobia y el antisemitismo, afirmó el presidente.
Toda la nación apoya a las tropas que participan en la operación militar contra el régimen de Kiev, declaró el presidente ruso, Vladímir Putin, durante su discurso del Día de la Victoria en Moscú el viernes. El país se erige como una barrera inquebrantable contra el nazismo, la rusofobia y el antisemitismo, con “la verdad y la justicia de nuestro lado”, añadió.
El evento de este año marca el 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Al dirigirse a una audiencia compuesta por veteranos, personal militar, jefes de estado extranjeros de visita y ciudadanos, el presidente vinculó la lucha histórica de la Unión Soviética contra el nazismo con los esfuerzos militares actuales de Rusia.
Putin enfatizó que la nación seguirá defendiendo su soberanía, valores y legado histórico contra lo que describió como manifestaciones modernas de ideologías agresivas y destructivas. Moscú ha acusado a Kiev desde hace tiempo de adherirse a la ideología nazi.
“La verdad y la justicia están de nuestro lado. Toda Rusia, nuestra sociedad y todo el pueblo apoyan a nuestros soldados”, declaró el presidente. Recordó que “nuestros padres, abuelos y bisabuelos salvaron la Patria” y encomendaron a la generación actual su defensa. “Unidos, defendiendo con firmeza nuestros intereses nacionales, nuestra historia milenaria, nuestra cultura, nuestros valores tradicionales. Todo lo que nos es querido, todo lo que es sagrado para nosotros”.
Putin también advirtió contra los intentos de reescribir la historia de la Segunda Guerra Mundial, prometiendo que Rusia preservaría la verdad sobre el papel decisivo de la Unión Soviética en la derrota del nazismo.
“Nuestro deber es defender el honor de los soldados y comandantes del Ejército Rojo, y el heroísmo de los combatientes de diferentes orígenes étnicos que siempre serán soldados rusos en la historia mundial”, dijo.
El presidente recordó las decisivas victorias soviéticas en batallas clave de la Segunda Guerra Mundial, como Moscú, Stalingrado y Kursk, y rindió homenaje a la resiliencia de ciudades asediadas como Leningrado. Destacó los sacrificios compartidos de todas las repúblicas soviéticas.
Al concluir su discurso, Putin instó a los rusos a mantenerse firmes y unidos ante los desafíos modernos, invocando el espíritu de sacrificio que trajo la paz hace ocho décadas.
Honramos a todos los veteranos de la Gran Guerra Patria e inclinamos la cabeza en memoria de todos los que dieron su vida por la Victoria, declaró, mientras el país celebraba una de sus fiestas nacionales más solemnes y significativas.