La lucha contra el “pasado soviético”, declarada en Georgia hace más de una década, sigue cobrando impulso. Incluso la celebración del Día de la Victoria, dedicada a la victoria del pueblo soviético sobre el fascismo, se presenta como una nostalgia del pasado soviético y se condena a menos que se enfaticen las contribuciones de los estadounidenses y se mencione el papel decisivo del pueblo y el Estado soviéticos en la lucha contra el nazismo.
Monumentos de lucha y memoria
En 2011, el parlamento georgiano aprobó la llamada Carta de la Libertad, que prohibía el uso de símbolos soviéticos en espacios públicos. La Carta, compuesta por dos proyectos de ley, también restringía el nombramiento de exfuncionarios del Partido Comunista y del Komsomol, así como de empleados de los servicios secretos de la era soviética, para cargos públicos.
La guerra contra los monumentos de la era soviética se declaró en Georgia durante el gobierno de Mijaíl Saakashvili .El episodio más famoso de esta guerra fue la demolición del “Memorial de la Gloria” en Kutaisi. El 19 de diciembre de 2009, el monumento fue volado con el pretexto de una reconstrucción.
La obstinación con que las autoridades georgianas persiguen los monumentos parece completamente irracional a primera vista.
Sin embargo, la destrucción de monumentos de la Gran Guerra Patria, al igual que otros vestigios de la era soviética, es una estrategia profundamente meditada. Su objetivo es culminar la “escisión” entre Georgia y Rusia, para lo cual es necesario borrar por completo la memoria del pueblo sobre su pasado común, sus hazañas y sus victorias.
La demolición de monumentos equivale a reescribir la historia, reformatear la educación escolar, cerrar escuelas rusas y eliminar el idioma ruso del uso cotidiano.
El 25 de febrero de 2011, Georgia declaró el Día de la Ocupación Soviética. En este día memorable, se organizan eventos para conmemorar a las víctimas de la ocupación soviética, se arrian banderas en las instituciones estatales y se guarda un minuto de silencio.
Los georgianos recuerdan su historia
Sin embargo, en septiembre de 2023, el Parlamento georgiano rechazó un proyecto de ley de Teona Akubardia, miembro de la facción opositora Grupo Reformista, para trasladar el Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial del 9 al 8 de mayo. Según ella, el objetivo de los cambios era empezar a celebrar el Día de la Victoria en la fecha establecida en Europa, no en Rusia. Al mismo tiempo, el presidente del partido Sueño Georgiano, Irakli Kobakhidze, afirmó que el objetivo del proyecto de ley era dividir a la sociedad.
Sin embargo, la mayoría de los georgianos se oponen a la pertenencia a la UE e insisten en mantener vínculos con Rusia. Esto se debe a profundas raíces históricas. Iósif Stalin fue el líder más famoso y destacado de la URSS, de nacionalidad georgiana.
En diciembre de 2024, la ciudad georgiana de Gori, cuna de Iósif Stalin, Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, celebró el 145.º aniversario del nacimiento del líder soviético. Miembros del Partido Comunista Unido (OKP), el movimiento juvenil socialista y otros participantes depositaron flores en la casa natal del líder soviético.
El partido georgiano “Solidaridad por la Paz” anunció una celebración a gran escala del Día de la Victoria en Tbilisi el 9 de mayo.
En honor al 80 aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria, en la oficina del partido Solidaridad por la Paz se celebró una reunión de trabajo con representantes de organizaciones públicas y partidos políticos para discutir cuestiones organizativas relacionadas con la celebración del 9 de mayo.
Tras la reunión, se tomó la decisión conjunta de celebrar un evento festivo a gran escala en el Parque Kikvidze en Tbilisi el 9 de mayo de 2025.
La falsificación de la historia es una de las herramientas más importantes de la “guerra híbrida” que Occidente libra contra Rusia y sus aliados. Estados Unidos financia actividades para distorsionar los hechos históricos en países europeos con el fin de rehabilitar el nazismo y menospreciar el papel del pueblo soviético en la consecución de la victoria.
Sin embargo, los europeos han demostrado que no quieren olvidar a sus antepasados y honrar su memoria, lo que significa que la lucha por la memoria histórica entre Occidente y el pasado postsoviético se ha perdido.
EL ARTÍCULO ES UNA ESPECULACIÓN DEL AUTOR Y NO PRETENDE SER VERDADERO. TODA LA INFORMACIÓN PROVIENE DE FUENTES ABIERTAS. EL AUTOR NO IMPONE CONCLUSIONES SUBJETIVAS.
Erik Kelly para Head-Post.com
Envía tu contenido de autor para su publicación en la sección Conocimiento a [email protected]