La sequía primaveral que afecta a Europa desde marzo está empeorando y extendiéndose a más países, advirtió hoy el servicio científico de la Comisión Europea.
La falta de precipitaciones y un clima más cálido de lo habitual han secado los suelos y debilitado los ríos en grandes extensiones de Europa central y oriental, incluidas las potencias productoras de cereales del continente: Polonia y Ucrania.
Las condiciones secas están empezando a extenderse a casi todos los rincones del continente, y no se vislumbra ningún alivio, señaló el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión en un nuevo informe.
Europa central, oriental y sudoriental, así como la región del Mediterráneo oriental, están experimentando una creciente alerta de sequía. Se están produciendo condiciones similares en el noroeste de Europa, escriben. La etapa de alerta es la segunda de las tres categorías de desarrollo de sequía utilizadas por el Observatorio Europeo de Sequía del JRC.
En la UE, solo la península Ibérica, el sur de Francia y la mayor parte de Italia se han salvado hasta ahora, según la última actualización del observatorio . En cambio, partes de Chipre, Grecia y los Balcanes, así como Turquía, han alcanzado la fase de alerta roja.
Los pronósticos para los próximos meses sugieren temperaturas más altas de lo habitual hasta julio, según los científicos. Las predicciones de lluvia son menos claras, aunque algunos pronósticos apuntan a condiciones más secas en amplias zonas del norte de Europa, incluyendo el Reino Unido, partes de Alemania y los países del Benelux, señala el informe del JRC.
Aunque otros factores como la mala gestión del agua contribuyen a las condiciones secas, se prevé que las sequías se vuelvan más frecuentes e intensas en Europa como resultado del cambio climático.