El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que los países que continúen comprando petróleo o productos petroquímicos iraníes enfrentarán sanciones secundarias.
La medida se produce en un momento en que Washington y Teherán mantienen conversaciones sobre el programa nuclear iraní. Según informes, la República Islámica está dispuesta a no militarizar el programa a cambio de un alivio de las sanciones.
Cualquiera que sea descubierto comerciando con petróleo con Irán “no podrá hacer negocios con los Estados Unidos de América de ninguna manera”, escribió Trump en una publicación en Truth Social el jueves, y agregó que “todas las compras de petróleo o productos petroquímicos iraníes deben detenerse, ¡ahora!”.
El anuncio se produjo un día después de que el Departamento de Estado de EE. UU. impusiera sanciones contra siete empresas que, según afirmó, estaban involucradas en el comercio ilícito de petróleo y productos petroquímicos iraníes. La lista incluye seis entidades con sede en los Emiratos Árabes Unidos, así como una empresa turca y otra iraní.
En su declaración, el Departamento de Estado acusó a Teherán de fomentar el conflicto en Oriente Medio, impulsar su programa nuclear y apoyar a “socios y agentes terroristas”. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos no hizo comentarios sobre los últimos acontecimientos ni anunció nuevas restricciones.
Washington ha estado presionando a Teherán para que firme un nuevo acuerdo sobre su programa nuclear. Trump rompió el acuerdo de 2015, respaldado por la ONU, durante su primer mandato, acusando a Teherán de violarlo en secreto y reimpuso sanciones. Según informes, Irán ha retrocedido en su cumplimiento del acuerdo.
En marzo, Trump amenazó con bombardear Irán “si no llega a un acuerdo”. Teherán respondió afirmando que no cedería a la presión. Ambas partes han mantenido tres rondas de conversaciones sobre el tema, facilitadas por Omán.
Sin embargo, la cuarta ronda se pospuso por razones logísticas y técnicas, según anunció el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, el jueves. Añadió que Teherán, no obstante, está más decidido que nunca a lograr un acuerdo justo y equilibrado.
Estados Unidos también ha acusado a Irán de apoyar y dirigir a los combatientes hutíes en Yemen. Trump lanzó una campaña de ataques masivos contra los militantes en marzo con el objetivo declarado de proteger la navegación en el Mar Rojo.
Más temprano el jueves, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, advirtió a Irán que enfrentaría las consecuencias de sus acciones en el momento y lugar que Washington decidiera, y lo culpó de facilitar las acciones de los hutíes. Teherán ha negado las acusaciones.