Pese a las amenazas del Gobierno con retención de salarios y nuevos nombramientos para sustituir a docentes en huelga, las movilizaciones continúan.
Este martes se cunplió una semana del inicio de la huelga indefinida de los docentes del sector público en Panamá, en rechazo a la controvertida Ley 462, que reforma el sistema de seguridad social. La protesta ha escalado con la adhesión del sindicato de la construcción SUNTRACS, el más grande del país, y con la participación activa de estudiantes universitarios, movimientos sociales y sectores ambientalistas.
Durante la última semana se han reportado marchas, piqueteos y protestas en múltiples puntos del país, desde Chiriquí hasta Ciudad de Panamá, muchas de ellas de carácter pacífico.
Sin embargo, se han denunciado incidentes de represión y detenciones arbitrarias, especialmente en las inmediaciones y el interior de la Universidad de Panamá, lo que ha generado fuertes críticas por la violación de la autonomía universitaria, que prohíbe el ingreso de fuerzas policiales sin autorización de la rectoría.
La Universidad de Panamá emitió un comunicado de condena, comparando la intervención con lo ocurrido en 1998, y diversas organizaciones de derechos humanos han llamado al Gobierno a respetar el derecho a la protesta pacífica.
Además del rechazo a la reforma de pensiones, los manifestantes exigen:
No reabrir la mina de cobre operada por la empresa canadiense First Quantum, cuyo contrato fue declarado inconstitucional.
Detener el proyecto de embalse que afectaría a comunidades cercanas al Canal de Panamá.
Rechazar el memorándum de seguridad firmado con EE.UU., que permitiría una renovada presencia militar estadounidense en bases panameñas, lo que ha sido interpretado como una amenaza a la soberanía nacional.
El presidente José Raúl Mulino ha respondido con firmeza a las protestas, asegurando que “el país no quiere paros ni huelgas” y criticando duramente a los sindicatos. Ha acusado al SUNTRACS de actuar como una “mafia” y tildado a la Universidad de Panamá de ser una “guarida de terroristas”, declaraciones que han profundizado la tensión con los gremios y sectores académicos.
Pese a las amenazas del Gobierno con retención de salarios y nuevos nombramientos para sustituir a docentes en huelga, las movilizaciones continúan.
Para este miércoles a las 4:00 p.m. hora local está convocada una marcha familiar, y el jueves 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, habrá una movilización masiva desde las 8:00 a.m.