Decenas de miles de afiliados a varias centrales sindicales iniciaron hoy en Buenos Aires una marcha previa al Día del Trabajo el 1 de mayo, en protesta contra las políticas económicas y antilaborales del gobierno del presidente Javier Milei.
Ante la movilización fuerzas combinadas equipadas para operaciones antipiquetes de la Policía Federal y de la Ciudad de Buenos Aires fueron desplegadas en el centro porteño en desafío a los manifestantes.
Circulan reportes sobre una docena de arrestos y el lanzamiento de gas pimienta. La Secretaría de Seguridad que dirige la ministra Patricia Bullrich informó que retuvo 16 ómnibus en los que viajaban obreros para sumarse a la manifestación. Esta recorrerá una porción de la avenida Independencia hasta el monumento Canto al Trabajo sobre el Paseo den Colón.
Organizada por la Confederación General del Trabajo y otras federaciones sindicales, como las dos Centrales de Trabajadores de Argentina (CTA), la masiva movilización se realiza bajo el lema “El trabajo es sagrado”, frase que una vez evocó el papa Francisco.
También se sumaron gobernadores peronistas, entre estos Axel Kicilllof, popular dirigente de la Provincia de Buenos Aires, otras organizaciones sindicales, sociales y políticas.
La movilización es parte de un plan de lucha contra la fuerte caída del empleo, la apertura indiscriminada de importaciones con el consiguiente cierre de pequeñas y medianas empresas y el achicamiento cada vez mayor del Estado.
Igualmente, los marchantes reclaman la necesaria reapertura de las paritarias ante una resucitada inflación. También se expresan contra las medidas de ajustes, la represión del gobierno de Milei e incluso su sumisión a los dictados del FMI.
Héctor Daer, uno de los líderes de la CGT, describió a la prensa antes de encabezar la caminata la precaria situación de gran cantidad de trabajadores con bajos sueldos y desempleados ante una inflación que crece. “No puede haber libertad de precios y paritarias pisadas. Es una ecuación que no cierra”.
La convocatoria de la CGT alerta que el gobierno de Milei, envalentonado ahora por el apoyo del FMI, se plantea profundizar el ajuste y la destrucción de los derechos laborales.
No será solo una marcha de reclamos laborales, sino los sindicatos también realizan un homenaje al recién fallecido papa Francisco, al que consideran como propio, y lo recordarán con una oración ecuménica al término de la movilización cuando se concentren ante el monumento al trabajo