España ha declarado el estado de emergencia después de que un apagón masivo paralizara la mayor parte de la Península Ibérica.
Los cortes eléctricos sin precedentes en España, Portugal y partes del sur de Francia afectaron la vida cotidiana de millones de personas, paralizando vuelos, deteniendo trenes y dejando ciudades enteras sin electricidad ni telecomunicaciones.
El Ministerio del Interior español afirmó que el estado de alarma se aplicará en las comunidades autónomas que lo soliciten. Hasta el momento, Madrid, Andalucía y Extremadura han solicitado que el gobierno central asuma la gestión del orden público y otras funciones.
Sin embargo, la situación es más compleja en Portugal, que depende únicamente de su propia generación eléctrica, y el problema podría tardar hasta una semana, según afirmaron los operadores de red.
El operador de red portugués, REN, dijo que una posible causa podría ser una “oscilación muy grande en los voltajes eléctricos” que comenzó en la red de España y se extendió al sistema de Portugal.