Con el funeral del Papa Francisco programado para el sábado, el Vaticano está trabajando a toda velocidad para definir los detalles de la ceremonia.
De acuerdo con los deseos del pontífice, la ceremonia será sobria y sencilla. Sin embargo, la situación geopolítica actual exige especial atención a la distribución de los asientos de las 170 delegaciones internacionales para evitar que la conmemoración se convierta en un escenario de crecientes crisis diplomáticas.
Como ocurrió en el funeral del Papa Juan Pablo II en 2005, la mayoría de las delegaciones no se sentarán en orden de importancia, sino según orden alfabético, en francés.
Esto significa que el presidente estadounidense Donald Trump (en francés, États-Unis) no se sentará junto al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, sino que podría ubicarse entre los estados africanos de Eswatini y Etiopía, y no lejos del presidente francés Emmanuel Macron, quien últimamente ha sido el principal crítico de Trump.
Sin embargo, este acuerdo debería evitar problemas diplomáticos. Usar el orden alfabético en italiano, por ejemplo, habría hecho que Trump y Zelensky estuvieran sentados incómodamente cerca.
El líder ucraniano ha hecho saber que había solicitado una reunión con su homólogo estadounidense al margen de la ceremonia en el Vaticano, lo que sería su primer encuentro cara a cara con Trump desde una desastrosa visita a la Casa Blanca a principios de este año.
Por el momento no hay nada confirmado, pero aún no se descarta que ambos presidentes puedan mantener reuniones informales en la capital italiana.
Según se informa, los peces gordos de la UE Ursula von der Leyen, António Costa y Roberta Metsola también están considerando mantener conversaciones bilaterales después de la ceremonia.
Las delegaciones se sentarán según un patrón preciso
Hay algunas excepciones a la regla alfabética. Representantes de Italia y Argentina, país natal del Papa Francisco, se sentarán en primera fila.
Se espera que el presidente argentino Javier Milei llegue a Roma tan pronto como el viernes por la mañana, donde rendirá homenaje al fallecido pontífice a pesar de sus antecedentes de malestar personal.
Mientras tanto, se espera que la delegación italiana sea la más numerosa representando a una sola nación, con unas 70 personas. Entre ellos estarán el presidente Sergio Mattarella, acompañado de su hija Laura; la primera ministra Giorgia Meloni; el presidente del Senado, Ignazio La Russa; el presidente de la Cámara de Diputados, Lorenzo Fontana; el presidente del Tribunal Constitucional, Giovanni Amoroso; y el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani.
A continuación, en la jerarquía de asientos, se sentarán los miembros de las casas reales católicas, el Gran Maestre de la Orden de Malta, las casas reales no católicas y, a continuación, los representantes de los gobiernos de las demás naciones. Los representados por un jefe de estado se sentarán primero, seguidos por quienes envíen a un jefe de gobierno, después los países representados únicamente por ministros y, por último, los embajadores.
Las autoridades civiles estarán sentadas en el lado derecho del atrio de la Basílica de San Pedro, mientras que los cardenales estarán formados en la entrada.
El príncipe heredero Guillermo de Gales representará al Reino Unido, como es tradición, junto con el primer ministro Keir Starmer. También asistirán las familias reales de Bélgica, Suecia, Noruega y Mónaco.
Los reyes españoles, Felipe y Letizia, estarán acompañados por tres ministros, pero su primer ministro, Pedro Sánchez, estará ausente.
Los miembros de la realeza holandesa, Guillermo Alejandro y Máxima, no asistirán al funeral debido a la coincidencia de la fecha con el Día del Rey, que celebra el cumpleaños del soberano holandés. Esto a pesar de que Máxima es argentina y católica, lo que la distingue de la mayoría protestante de sus súbditos.
Ausencias evidentes
Las ausencias más notables serán las del presidente ruso, Vladimir Putin, y del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ya que ambos líderes están bajo órdenes de arresto internacionales por crímenes de guerra.
Algunos medios italianos han afirmado que Putin no sería arrestado si llegara a Italia, pero el ministro Nordio dijo que eso no es posible porque la orden de arresto se activaría si el líder ruso llegara a Italia o si surgieran detalles de su inminente llegada.
Rusia estará representada en la Plaza de San Pedro por la ministra de Cultura, Olga Lyubimova.
Israel, por su parte, enviará únicamente a su embajador ante la Santa Sede, Yaron Sideman.
A los hombres que asistan a la ceremonia se les ha indicado que vistan traje oscuro con corbata negra larga y una insignia del mismo color en la solapa izquierda de la chaqueta. Las mujeres deben llevar vestido, guantes negros y velo. El único adorno permitido es un collar de perlas.