Las tensiones entre India y Pakistán se han intensificado drásticamente tras un ataque mortal en el Territorio de la Unión de Jammu y Cachemira, en la India, que dejó 26 personas muertas.
Aunque no se ha presentado ninguna evidencia concreta que vincule a Islamabad con el ataque, India –que ha acusado durante mucho tiempo a Pakistán de ayudar a las infiltraciones militantes en Cachemira– ha señalado que considera a Pakistán indirectamente responsable.
Los vecinos, cuyas relaciones se han visto afectadas por cuatro guerras y reiterados enfrentamientos fronterizos, han tomado medidas drásticas para deteriorar aún más sus lazos diplomáticos y comerciales. El Ejército indio afirmó que tropas pakistaníes abrieron fuego con armas pequeñas a lo largo de la Línea de Control en Jammu y Cachemira, lo que provocó represalias. No se han reportado víctimas.
Así se ha desarrollado la situación en los últimos tres días.
Ataque armado en Cachemira
El ataque ocurrió el martes por la tarde en el valle de Baisaran, un popular destino turístico a unos 6 kilómetros de la ciudad de Pahalgam.
Dejó 26 muertos, incluidos 25 turistas indios y un ciudadano nepalí, y muchos más heridos.
El Frente de Resistencia, un grupo militante que se cree está vinculado a Lashkar-e-Taiba, con sede en Pakistán, se ha atribuido la responsabilidad del ataque, lo que ha llevado a Nueva Delhi a acusar a Islamabad de apoyar el terrorismo transfronterizo. La policía de Cachemira afirma haber identificado a tres sospechosos, dos de ellos ciudadanos pakistaníes, en el ataque.
Pakistán ha negado tener cualquier papel en el incidente y en cambio ha acusado a Nueva Delhi de oprimir a la región y a su población mayoritariamente musulmana.
La reacción de Nueva Delhi
El primer ministro indio, Narendra Modi, se comprometió a perseguir a los pistoleros de Pahalgam hasta los “confines de la tierra”, y aseguró que “el terrorismo no quedará impune”.
Nueva Delhi anunció el miércoles una serie de medidas contra Pakistán, entre ellas la degradación de las relaciones diplomáticas, la reducción de personal en la Alta Comisión de Pakistán, la expulsión de diplomáticos pakistaníes y el cierre de su frontera terrestre. También suspendió los servicios de visado para ciudadanos pakistaníes, recomendó a los ciudadanos indios en Pakistán que regresaran a casa lo antes posible, y suspendió el Tratado de las Aguas del Indo, que permite a ambos países compartir las aguas del sistema fluvial.
Nueva Delhi afirmó que las medidas permanecerían vigentes “hasta que Pakistán renuncie de manera creíble e irrevocable a su apoyo al terrorismo transfronterizo”.
La Embajada de la India en Washington afirmó:
“No se puede esperar que la India siga cooperando con un país responsable del asesinato de civiles inocentes”.
El ministro de Defensa, Rajnath Singh, dijo que Nueva Delhi “no sólo atacará a quienes llevaron a cabo el ataque”, sino también a “quienes planearon este acto en las sombras, en nuestro suelo”.
La respuesta de Pakistán
Islamabad ha negado cualquier participación en el ataque de Cachemira y emitió el jueves una respuesta recíproca a las medidas de la India, suspendiendo acuerdos bilaterales clave y rutas transfronterizas, cerrando su espacio aéreo a todas las aerolíneas de propiedad u operación india y declarando a los asesores de defensa, navales y aéreos de la India en Islamabad persona non grata.
También se suspendió todo comercio con la India, incluidos los envíos hacia y desde terceros países a través de Pakistán, junto con todas las visas emitidas a ciudadanos indios bajo el Plan de Exención de Visas de la SAARC.
Islamabad se mostró especialmente indignado por la suspensión unilateral del tratado de aguas por parte de India, advirtiendo que si India cumple su amenaza de bloquear ríos, lo interpretará como un acto de guerra. El tratado rige las aguas compartidas de uno de los sistemas fluviales más grandes del mundo, lo cual afecta a millones de vidas en ambos países. India nunca ha suspendido el tratado, ni siquiera en tiempos de conflicto abierto.
El jueves, el ministro de Defensa pakistaní, Khawaja Asif, acusó a Nueva Delhi de “prepararse para una guerra total” y prometió estar preparada para responder de la misma manera. También afirmó que el ataque en Cachemira fue una “operación de bandera falsa” orquestada por las autoridades indias.
Reacciones globales
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de tensiones entre los dos vecinos con armas nucleares. Los observadores han advertido que el actual estancamiento podría provocar mayor inestabilidad en la región si no se reanudan rápidamente las vías diplomáticas.
Israel y Francia expresaron sus condolencias a Nueva Delhi tras el ataque y se comprometieron a apoyarla en su lucha contra el terrorismo. Washington también condenó el incidente, pero ha declarado que no se pronuncia sobre la disputa territorial entre Islamabad y Nueva Delhi.
Mientras tanto, la ONU ha instado a Islamabad y Nueva Delhi a mostrar moderación y resolver sus problemas pacíficamente.
“Hacemos un llamamiento encarecidamente a los gobiernos de Pakistán y de la India para que ejerzan la máxima moderación y garanticen que la situación y los acontecimientos no se deterioren aún más”, declaró el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, en una conferencia de prensa el jueves.
Los problemas entre ambos países “pueden y deben resolverse pacíficamente”, afirmó.