El gobierno de Japón expuso hoy una serie de medidas económicas de emergencia, ideadas para contrarrestar los efectos perjudiciales de los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Con este paquete, el Ejecutivo del primer ministro, Shigeru Ishiba, busca estimular el consumo y brindar apoyo financiero a las empresas niponas en medio de un contexto cada vez más complejo por la entrada en vigor, en los últimos meses, de nuevas tarifas arancelarias que repercuten en la mayoría de los países.
Por ejemplo, la administración Trump comenzó a aplicar -desde principios de marzo- un arancel del 25 por ciento a todas las importaciones de acero y aluminio.
Otro duro golpe a la economía nipona constituyó la puesta en práctica de una tarifa adicional del 25 por ciento a las importaciones de automóviles fabricados en la nación asiática, un sector económico clave que acapara cerca del 30 por ciento de las exportaciones de este país a Estados Unidos.
Trump anunció tal medida semanas después de decretar un nuevo impuesto del 25 por ciento a los automóviles fabricados fuera de su territorio nacional, por lo que la tasa para los vehículos importados de Japón se sumó a este gravamen.
El Ejecutivo nipón confirmó que reducirá el precio de la gasolina en 10 yenes por litro, equivalente a unos siete centavos de dólar, a partir del próximo 22 de mayo, para brindar un alivio a la población ante el encarecimiento de la vida.
Además, el gobierno se comprometió a otorgar subsidios para las facturas de energía y estudia la posibilidad de ampliar el alcance de los préstamos a bajo interés para las pequeñas empresas a partir del próximo mes.
Por otra parte, el ministro de revitalización económica de Japón, Ryosei Akazawa, viajará a Estados Unidos el 30 de abril a fin de continuar con las negociaciones sobre los aranceles que afectan a su nación.
Akazawa, elegido como principal negociador del país asiático para las pláticas sobre las nuevas tarifas arancelarias, se reunió en Washington la semana anterior con una delegación del Ejecutivo norteamericano.
Ninguna de las demandas presentadas por Japón obtuvo respuesta, las partes solo acordaron continuar las negociaciones este mismo mes.
El segundo viaje del funcionario durará tres días y el gobierno asiático espera que se reúna con el secretario de Estado, Scott Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer, entre otros.
Ishiba insiste en hacer esfuerzos diplomáticos y solicitar a Estados Unidos, cuantas veces sea necesario, una revisión de todas las medidas, las cuales -a su juicio- nunca serán apropiadas para fortalecer la industria estadounidense.
Al decir del máximo dirigente, Japón ha sido el mayor inversor del mundo en Estados Unidos y ha creado allí más empleos que cualquier otro país.