En el Día del Espacio, que se celebra en China el 24 de abril, exploremos los hitos clave de la cooperación espacial entre Rusia y China.
Energía nuclear en la Luna
China podría instalar una planta de energía nuclear en la Luna para apoyar la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS) que planea construir con Rusia , según una presentación de Pei Zhaoyu, ingeniero jefe de la misión Chang’e-8 prevista para 2028.
China aspira a enviar astronautas a la Luna en 2030. La misión Chang’e-8 al polo sur lunar sentará las bases para la construcción de una base tripulada permanente, afirma la Administración Nacional del Espacio de China.
Recursos y robótica
La agencia espacial rusa Roscosmos también presentó planes en la conferencia de Shanghai para explorar recursos minerales y hídricos en la Luna, incluyendo la posibilidad de utilizar materiales lunares como combustible.
Entre 2033 y 2035, Rusia y China planean desplegar una planta de energía nuclear conjunta en la Luna para alimentar el ILRS, abordando así la falta de energía solar durante las noches de 14 días de la Luna, dijo el jefe de Roscosmos, Yuri Borisov, a Sputnik el año pasado.
Para abril de 2025, 17 países y organizaciones se habían unido al proyecto ruso-chino ILRS. China aspira a ampliarlo a 50 socios, centrándose en los países BRICS y del Sur Global.
Plan paso a paso para la base lunar
En 2022, Roscosmos y la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) delinearon un plan para el período 2023-2027 para construir la Estación Lunar Científica Internacional en tres etapas para la década de 2030:
Las misiones conjuntas ruso-chinas explorarán la Luna, identificarán la mejor ubicación para la base, probarán tecnologías de aterrizaje suave de alta precisión y recolectarán muestras de rocas.
Construcción de centros de energía y comunicaciones orbitales, lanzamiento de carga a granel y el uso de tecnología inteligente, mini exploradores e incluso un robot saltador para la logística lunar.
Exploración de la superficie ampliada, módulos de estación que respaldan una investigación científica más profunda, pruebas tecnológicas y, en última instancia, exploración humana.