Washington ha impuesto aranceles de hasta el 3,521% a las importaciones de energía solar del Sudeste Asiático, según información publicada el lunes por el Departamento de Comercio de EE. UU. Los aumentos se producen tras acusaciones de que fabricantes de propiedad china que operan en la región han violado las normas comerciales.
Los aranceles apuntan a las importaciones de Malasia, Camboya, Tailandia y Vietnam, países que colectivamente suministraron más de 12.900 millones de dólares en equipos solares a Estados Unidos el año pasado, según Bloomberg.
Las medidas, conocidas como derechos antidumping y compensatorios, buscan contrarrestar el impacto de lo que el Departamento de Comercio de Estados Unidos considera subsidios y prácticas de fijación de precios injustas.
La decisión se tomó tras una petición presentada por el Comité Comercial de la Alianza Americana para la Fabricación de Energía Solar, que representa a varios fabricantes estadounidenses.Las empresas nacionales alegaron que los fabricantes de energía solar chinos con fábricas en los cuatro países del Sudeste Asiático exportaban paneles a precios inferiores a los costos de producción y se beneficiaban de subsidios injustos que socavaban la competitividad de los productos estadounidenses.
Las sanciones varían según la empresa y el país: los productos de Jinko Solar de Malasia enfrentan aranceles combinados de dumping y compensatorios del 41,56%, los productos de Trina Solar fabricados en Tailandia están sujetos a aranceles del 375,19% y los proveedores camboyanos, que no cooperaron con la investigación, enfrentan gravámenes punitivos de hasta el 3,521%.
Los críticos de la medida, como la Asociación de Industrias de Energía Solar (SEIA), argumentan que los aranceles perjudicarían a los fabricantes solares estadounidenses al aumentar el costo de las células importadas, que las fábricas estadounidenses utilizan para ensamblar los paneles, señaló Reuters.
La Comisión de Comercio Internacional, una agencia federal estadounidense independiente y no partidista que investiga asuntos relacionados con el comercio, votará en junio para determinar si la industria nacional fue perjudicada materialmente por las importaciones, un paso necesario para que los aranceles entren en pleno efecto.
Después de que hace aproximadamente 12 años se impusieran aranceles similares a las importaciones de energía solar procedente de China, las empresas chinas respondieron estableciendo operaciones en otros países que no se vieron afectados por los aranceles, señaló Bloomberg.
Los nuevos gravámenes se sumarán a los amplios aranceles introducidos por el presidente estadounidense Donald Trump, que han sacudido los mercados globales. Hasta el momento, Trump ha impuesto aranceles del 145 % a las importaciones chinas y ha amenazado con una posible subida adicional del 245 %.
China acusó a Estados Unidos de “intimidación”, tomó represalias con un impuesto del 125% sobre los productos estadounidenses y prometió “luchar hasta el final”.