Los sindicatos calientan motores para un Primero de Mayo que en esta ocasión se plantea a la defensiva y con el foco puesto en el tablero internacional. Pero dentro de la política sindical, las dos grandes reclamaciones al Gobierno serán la reforma del despido para endurecerlo y que la reducción de jornada llegue a tiempo para este año.
Los líderes de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, han presentado este lunes las tradicionales movilizaciones para esa fecha. Bajo el lema “proteger lo conquistado, ganar el futuro”, más de 50 protestas recorrerán las principales capitales de provincia de España, con el acto central en Madrid, donde estarán presentes Álvarez y Sordo.
Entre las principales reivindicaciones más allá del tablero internacional, las centrales han coincidido en situar la reforma del sistema de despido español para elevar las indemnizaciones y hacerlo más disuasorio.
Tanto Sordo como Álvarez han señalado que va a tener que abrirse una mesa de diálogo para negociar una reforma del despido para adaptarlo a las resoluciones dictadas por el Consejo de Europa contrarias al sistema actual. Un cambio al que en el ala socialista del Gobierno se han venido mostrado reacios frente a la posición de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que sí tiene interés en acometer la reforma.
“El objetivo tiene que ser que el despido sea el último recurso que tienen las empresas cuando tienen que hacer frente a los problemas. Hay que romper definitivamente la inercia del despido libre y barato”, ha señalado Unai Sordo.
“La patronal tiene que ser consciente de que en esta materia o entra a negociar o el Gobierno tiene la obligación de legislar de acuerdo con el derecho Europeo”, ha trasladado, por su parte, Sordo. En esta cuestión existe una discrepancia muy grande entre sindicatos y patronal que entiende que, al contrario que los sindicatos, entiende que las resoluciones del Consejo de Europa no son vinculantes.
Respecto a la reducción de jornada, los sindicatos sostienen que es una de las reivindicaciones más importantes del movimiento, pero “lamentablemente no va a estar en el primer punto del Primero de Mayo”.
“Este no va a ser el Primero de Mayo donde el mensaje central va a ser la reducción de jornada porque tenemos al mundo patas arriba”, ha señalado Sordo.
En todo caso, tanto CCOO como UGT coinciden en la necesidad de que el Gobierno devuelva el texto al Consejo de Ministros para que pueda llegar al Congreso cuanto antes para su tramitación. Sordo ha pedido “claridad” y “correr” para que la reducción de jornada llegue a tiempo para 2025, algo que se antoja cada vez más complicado por la complejidad de los plazos. “Ya no estamos en un momento en el que podamos esperar”, ha agregado Álvarez.
El retraso en la reducción de jornada se ve como un problema a la hora de negociar un nuevo acuerdo para la negociación colectiva con la patronal, una cuestión que los sindicatos deberán abordar antes de que concluya el año que es cuando vence el texto actualmente en vigor. “En caso de que hubiera parálisis [con la reducción de jornada], la movilización sindical está garantizada”, ha concluido Álvarez.
Trump y la guerra comercial
A diferencia del año pasado, donde la reducción de jornada y los ‘cinco días de reflexión’ de Sánchez fueron la tónica que marcó el 1 de mayo, en esta ocasión las dos grandes centrales han situado en primera línea a Trump y la guerra comercial que atiza contra el resto del mundo.
Más allá de Estados Unidos, los sindicatos han lanzado una campaña para reformar el sistema de despido e insistir en la reducción de jornada. Entre las prioridades, también han situado las subidas de los salarios, la vivienda, los accidentes de trabajo, las migraciones o incluso la reforma energética.
“Estados Unidos es un país que corre hacia una autocracia”, ha señalado Unai Sordo, que ha acusado al presidente de EEUU de hacer política como los “abusones” en el patio del recreo, de neocolonialismo y de dictar a Europa cómo tiene que ser su política fiscal. Sordo ha trasladado, además, que es necesario “reforzar relaciones económicas con América Latina o China” y que Europa debe desplegar una “política exterior propia”.
Por su parte, Pepe Álvarez ha defendido que se trata del Primero de Mayo con más “connotaciones globales desde que se celebra”. El líder ugetista ha denunciado que existe una persecución sindical de “la internacional del odio” que “odia todo lo que nosotros queremos” y que estamos ante un Primero de Mayo “profundamente ideológico”. “Desde el punto de vista global no hemos tenido nunca un Primero de Mayo con una carga ideológica tan profunda”, ha añadido.
Álvarez ha instado también a “plantar cara a las políticas arancelarias” y a mirar a mercados como “Canadá, India o China” en respuesta a las acciones adoptadas por Estados Unidos.
“[Trump] ha venido a poner el mundo patas arriba para intentar generar una nueva visión en la que los ciudadanos dejemos de ser ciudadanos, los derechos dejen de ser derechos y las libertades, libertades”, ha agregado.
Respecto al gasto militar, Álvarez ha señalado que Europa tiene que establecer “un sistema de autonomía de la defensa que nos permita no depender de nadie”.