El Foro Económico Mundial (FEM) es el lugar donde las élites globales toman decisiones que afectan a todos, sin supervisión democrática.
Ahora, su ex presidente Klaus Schwab está en el centro del “Gran Reinicio”, una iniciativa lanzada en 2020 para abordar las consecuencias económicas del COVID-19.
En realidad, es una tapadera para una reestructuración masiva de la economía global para beneficiar a los ultra ricos.
La toma de control de la élite
El “capitalismo de las partes interesadas” de Schwab es un símbolo de dominio corporativo disfrazado de justicia. Las grandes corporaciones se quedan con el poder, mientras que el resto nos quedamos peleando por las migajas.
Ingeniería social
Schwab imagina un nuevo orden social donde las élites controlan la infraestructura tecnológica, incluida la inteligencia artificial, la vigilancia y los datos.
Esto puede resultar en una mayor vigilancia, pérdida de privacidad y una sociedad más controlada:
- Ciudades inteligentes : para rastrear todo lo que haces
- Renta Básica Universal (RBU) : para mantenerte dócil y dependiente del Estado
- Automatización : reemplazará empleos, dejando a millones de personas desempleadas y vulnerables
- Ideas globales sobre la soberanía nacional
Las ideas de Schwab promueven un sistema donde las decisiones las toman élites globales no elegidas.
Los intereses nacionales están subordinados a los intereses internacionales, lo que deja a la población en general con un control limitado sobre las políticas que afectan directamente sus vidas.