El enviado de Trump, Steve Witkoff, y el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, concluyeron las negociaciones en la Embajada de Omán en Roma.
La Casa Blanca elogió el “progreso en las discusiones directas e indirectas”.
Araghchi afirmó que las conversaciones “se desarrollaron en un ambiente constructivo” y “están avanzando”.
La próxima ronda se centrará en los detalles técnicos, incluida la definición de los niveles máximos a los que Irán podría enriquecer uranio y el tamaño de las reservas nucleares que podría conservar, añadió Araghchi.
Antes de las conversaciones, los funcionarios iraníes señalaron su disposición a reducir los niveles de enriquecimiento al 3,67% establecido en el acuerdo de 2015 con la administración Obama, que era suficiente para producir combustible para plantas de energía nuclear, informó NYT.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Omán afirmó que Witkoff y Araghchi acordaron que la siguiente fase de las conversaciones tiene como objetivo sellar un acuerdo “justo”.
Los funcionarios iraníes dejaron en claro que la infraestructura nuclear del país no será desmantelada ni destruida.
Witkoff advirtió que si Estados Unidos insiste en el desmantelamiento total de esta infraestructura, es poco probable que se llegue a un acuerdo.