Israel está considerando un “ataque limitado” contra las instalaciones nucleares de Irán en los próximos meses, a pesar de la negativa de Washington a apoyar una acción militar, según informó Reuters el sábado, citando a fuentes familiarizadas con el asunto.
Las deliberaciones se producen tras la conclusión de la segunda ronda de negociaciones entre Estados Unidos e Irán en Roma, y se espera que las conversaciones a nivel de expertos continúen el 26 de abril en Omán.
Según Reuters, los funcionarios israelíes están considerando un “ataque limitado” que requeriría un apoyo mínimo de Estados Unidos, a diferencia de la campaña de bombardeos más amplia y prolongada que se estaba considerando anteriormente.
Según se informa, Jerusalén Oeste presentó a Washington varias opciones de ataque, “incluidas algunas con plazos para finales de primavera y verano”. Un alto funcionario israelí declaró al medio que aún no se había tomado una decisión definitiva.
El miércoles, The New York Times informó que el presidente estadounidense Donald Trump había rechazado una propuesta israelí de ataques “extensos” , optando en cambio por la diplomacia.
“No tengo prisa, porque creo que Irán tiene la oportunidad de tener un gran país y vivir feliz sin muertes, y me gustaría verlo. Esa es mi primera opción”, declaró Trump a la prensa el jueves.
Un alto funcionario de seguridad iraní dijo a Reuters que Teherán tenía “inteligencia de fuentes confiables de que Israel está planeando un gran ataque contra las instalaciones nucleares de Irán”.
Los funcionarios iraníes han prometido previamente tomar represalias contra cualquier forma de agresión.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, declaró el sábado que las conversaciones en Roma se desarrollaron en un ambiente constructivo. Un funcionario estadounidense declaró a CBS News que las partes habían logrado avances muy positivos.
Trump abandonó el acuerdo nuclear de 2015, respaldado por la ONU, durante su primer mandato, acusando a Irán de violarlo en secreto. Reimpuso sanciones a Teherán y, en febrero, renovó formalmente su campaña de “máxima presión”.
Irán ha negado cualquier irregularidad, pero desde entonces ha incumplido sus compromisos en virtud del acuerdo, aumentando el enriquecimiento de uranio.