Rusia advirtió este martes de que el desarme nuclear será imposible durante las próximas décadas, aunque el actual conflicto en Ucrania sea solucionado por medios pacíficos.
“La situación es tal que incluso en caso del fin total del conflicto en torno a la llamada Ucrania, el desarme nuclear será imposible durante las próximas décadas”, escribió Dmitri Medvédev, expresidente y actual subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia, en su canal de Telegram.
Medvédev, que hizo estas afirmaciones con ocasión del 15 aniversario de la firma por Rusia y EEUU del tratado de desarme START III, predijo que en los próximos años “el mundo creará nuevos y más destructivos tipos de armamento, y más países adquirirán armas nucleares”.
“Cómo acabará esto, es sabido hace mucho”, dijo.
La “amenaza” de la Tercera Guerra Mundial
Lamentó que la firma del START en 2010 no trajera una reducción del riesgo de una guerra nuclear, de lo que culpó a EEUU y sus aliados.
“En algún momento decidieron que se puede mantener la paridad nuclear formal con Rusia y, al mismo tiempo, librar contra nosotros una guerra no declarada con el empleo de sanciones ilimitadas y después con sus armas y especialistas”, señaló.
Medvédev, que lanza asiduamente diatribas repletas de palabras malsonantes contra Occidente en las redes sociales, aseguró que esa política “colocó al mundo ante la amenaza del comienzo de la Tercera Guerra Mundial”.
Riesgo de conflicto nuclear “máximo”
Además, tachó de “mentira” las afirmaciones de la Administración del anterior presidente de EEUU, Joe Biden, de que dicho riesgo de conflicto nuclear no existe.
“Esa fue una mentira cínica. La amenaza ha alcanzado su grado máximo”, escribió y acusó a los europeos de enarbolar su “insignificante” potencial estratégico.
El jefe del Kremlin, Vladímir Putin, suspendió en febrero de 2023, un año después del inicio de la campaña militar en Ucrania, la participación rusa en el START III o Nuevo START, el último tratado de desarme nuclear vigente aún con EE.UU.
El START III fue firmado en Praga el 8 de abril de 2010 por los entonces presidentes ruso, Medvédev, y estadounidense, Barack Obama.
El tratado limitó el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de 1.550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias en tierra, mar o aire.
Rusia quiere incluir a Francia y el Reino Unido en las futuras negociaciones de desarme con EEUU, que demanda la participación de otra potencia nuclear, China.
El Kremlin consideró una “amenaza” para su seguridad los planes de Francia de emplear el paraguas nuclear para proteger a sus aliados europeos.