Nueva Zelanda dijo el lunes que aumentará el gasto de defensa en 9.000 millones de dólares neozelandeses (5.000 millones de dólares) en los próximos cuatro años, y apunta a casi duplicar el gasto al 2% como porcentaje del PIB en los próximos ocho años, en un momento de rápida creciente tensión en todo el mundo.
Los detalles llegaron en declaraciones del primer ministro Christopher Luxon, quien pidió más gasto en defensa para garantizar la prosperidad.
“Nueva Zelanda y nuestros aliados y socios en todo el mundo ya no se encuentran en un entorno favorable”, dijo en una conferencia de prensa durante la presentación del Plan de Capacidad de Defensa.
Mi principal preocupación es la importancia económica de este país. Sin embargo, no puede haber prosperidad sin seguridad, y la defensa es un componente vital de esa visión.
El Plan de Capacidad de Defensa prevé una nueva financiación de 9.000 millones de dólares neozelandeses durante los próximos cuatro años para impulsar la capacidad de defensa. Esta inversión se suma al gasto base que se anunciará en mayo.
El nuevo gasto supone un impulso significativo al gasto de la Fuerza de Defensa de poco menos de 5 mil millones de dólares neozelandeses en 2024/25.
La primera revisión de seguridad nacional de Nueva Zelanda en 2023 pidió un mayor gasto militar y vínculos más fuertes con las naciones del Indo-Pacífico para abordar los problemas del cambio climático y la competencia estratégica entre Occidente, China y Rusia.
En las últimas décadas, las Fuerzas de Defensa de Nueva Zelanda han luchado contra un gasto insuficiente sistémico, que actualmente equivale a poco más del 1% del PIB.
En los últimos años, la alta tasa de deserción ha obligado a la fuerza a dejar inactivos tres de sus barcos y a congelar los planes para un nuevo buque diseñado para patrullar el Océano Austral, aunque la deserción ha disminuido en el último año.
Durante los próximos cuatro años, el plan prevé que la fuerza de defensa invertirá en proyectos como aumentar la capacidad de ataque, comprar un sistema aéreo no tripulado, reemplazar helicópteros y extender la vida útil de sus fragatas.
También planea reemplazar la flota de Boeing 757 luego de algunas averías embarazosas que dejaron en tierra a delegaciones en el exterior.