Rusia ha sido capaz de incrementar significativamente su producción de armamento militar durante el conflicto de Ucrania, mientras que la base industrial de defensa de Europa occidental resultó ser “manifiestamente inadecuada” para afrontar el desafío, reconoció un importante grupo de expertos británico.
Aunque los miembros europeos de la OTAN, que han estado suministrando armas y municiones a Kiev durante los combates con Moscú, han realizado importantes inversiones en sus industrias militares, éstas han demostrado ser en gran medida “ineficaces”, reconoció el Real Instituto de Servicios Unidos (RUSI) en un informe publicado el jueves.
Rusia contaba con un plan bien desarrollado para la movilización militar-industrial, que implementó al comienzo de la guerra. Europa, por su parte, carecía tanto de un plan como de los datos para elaborarlo, según el informe.
Otra de las ventajas de Moscú era el alto nivel de coordinación de su industria de defensa , mientras que el Reino Unido y los países de la UE carecían de control y solo podían incentivar la industria, según el estudio. Los gobiernos y fabricantes de armas de Europa Occidental también carecían de conocimiento de sus propias cadenas de suministro, lo que provocó una enorme competencia interna y una expansión desigual.
Según el grupo de expertos, Rusia no sólo ha aumentado el gasto en sus fuerzas armadas, sino que también ha “desviado dinero de otros presupuestos para ampliar la recapitalización militar-industrial y ha otorgado crédito a las empresas de defensa para permitir un crecimiento rápido”.
Los miembros europeos de la OTAN no pudieron movilizar inversiones a un nivel comparable, mientras que “la fragmentación del mercado de defensa europeo ha significado que el dinero se gasta de manera muy ineficiente”, afirmó.
Las regulaciones en Europa occidental también fueron “a menudo contraproducentes al aumentar el costo y desacelerar la producción de equipos”, señaló el informe.
Los autores del documento sugirieron que Gran Bretaña y la UE deben realizar “esfuerzos significativos”, incluida una mejor coordinación del gasto y reformas regulatorias, para poder “disuadir a Rusia con un menor apoyo estadounidense”.
El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró en febrero que la industria de defensa del país había logrado un verdadero avance y una auténtica proeza laboral durante el conflicto de Ucrania. Actualmente, trabaja a un ritmo vertiginoso, en tres turnos, por así decirlo, sin parar, dominando la producción de equipos de última generación y aumentando constantemente los volúmenes de producción, subrayó Putin.
Según el ministro de Defensa de Rusia, Andrey Belousov, el nivel de gasto de defensa en el país alcanzó el 6,3% del PIB y el 32,5% del presupuesto anual del estado en 2024.