La Casa Blanca tiene previsto aprobar hoy, 2 de abril, sus aranceles “recíprocos” a la importación de cualquier producto que llegue a suelo norteamericano, una medida agresiva que puede poner patas arriba el comercio mundial.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró el lunes que las nuevas tasas se aplicarán a todos los países, poniendo fin a las especulaciones de los últimos días sobre que su alcance inicial podría ser limitado.
Su anuncio, que va atener lugar en el que ha denominado como “Día de la Liberación” coincidirá con la entrada en vigor de los impuestos al automóvil, que tienen en la Unión Europea (y sobre todo en la industria alemana) a uno de sus principales damnificadas.
Se produce también tras la subida de tasas al 25% al acero y al aluminio. Trump concibe estos aranceles masivos como una respuesta a todo aquello que, a su juicio, actúa como un impuesto “injusto” sobre los productos estadounidenses o que supone una barrera al comercio para su país
La amenaza no puede llegar en peor momento para la Unión Europea en general y para la Eurozona en particular. La economía del conjunto de países que comparten el euro apenas creció un 0,9% en el conjunto del año pasado y echó el freno entre octubre y diciembre, cuando avanzó sólo un 0,2%.
A la vez, la inflación sigue sin estar controlada y supone un auténtico desafío para el Banco Central Europeo (BCE), que tiene que sopesar bien cada decisión de política monetaria para no comprometer más el crecimiento y, a la vez, evitar que la subida de los precios vuelva a descontrolarse.
A la espera de que Eurostat, la oficina de estadísticas europea, publique este martes el dato avanzado de IPC de marzo, los precios subieron un 2,7% en febrero en la UE y un 2,3% en la Eurozona, todavía por encima del objetivo del 2% a medio plazo que se ha marcado la entidad. Una economía débil y una inflación sin controlar pueden suponer un cóctel muy negativo para las familias y las empresas.
Una vez que los aranceles -y la previsible respuesta de Bruselas- estén sobre la mesa, habrá que ver si el BCE modifica o no su diagnóstico sobre esos riesgos a corto y medio plazo en su reunión del próximo 17 de abril. En ella estaba previsto que la entidad capitaneada por Christine Lagarde anunciase su séptima bajada no consecutiva de los tipos de interés. Lo que haga a partir de ahí dependerá del golpe que supongan los aranceles “masivos” de Trump.
La lista de “quince países” que manejaba la Casa Blanca
El anuncio no sólo tiene en vilo a la Comisión Europea. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, aseguró recientemente que la próxima acción de la administración Trump se centraría en lo que llamó “los quince sucios”. Se trata de un porcentaje de las economías mundiales que tienen aranceles elevados y otras barreras y que en conjunto representan “una gran cantidad” del volumen comercial con la primera economía del mundo.
Aunque Bessent no los nombró específicamente, un informe de Bloomberg Economics apunta a quince socios comerciales de EEUU, nueve de los cuales están en Asia, y que representan en conjunto más del 75% de todas las importaciones estadounidenses. Según Bloomberg, los mismos nombres se incluyeron en un documento reciente de la administración que invitaba a los funcionarios públicos a identificar cualquier posible práctica comercial desleal.
Golpe a la economía que avala el nuevo récord del oro
En función de su gravedad, los nuevos aranceles podrían minar las perspectivas relativamente benignas que presenta la economía mundial -únicamente para la Eurozona se prevé un crecimiento débil en el primer semestre.
Como cualquier otra subida de impuestos, un aumento de los aranceles supone un “shock de demanda”, advierten desde la gestora T. Rowe Price. Esto es así porque la subida de tasas reduce la renta global de la economía (lo que se conoce como efecto renta) y distorsiona la demanda al reducir el consumo de determinados bienes y aumentar el de otros (efecto sustitución), lo que alimenta “modelos de producción y pautas de consumo ineficientes”, advierten.
Los aranceles y la incertidumbre sobre la economía y las políticas de la Casa Blanca están frenando el crecimiento de la mayor economía mundial. En este entorno, los riesgos incluyen “un repunte de la inflación de EEUU, una desaceleración del crecimiento global y la posibilidad de una guerra comercial prolongada”, advierten desde Allianz.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, puso números a este aviso hace solo unos días. Así, calculó que el “ojo por ojo” en los aranceles puede restar más de 121.000 millones al PIB de la Eurozona (alrededor de 0,8 décimas) sólo en el primer año de su entrada en vigor
De momento, las últimas lecturas de dos indicadores clave sobre la marcha de la actividad como la confianza de los consumidores de la Conference Board y la actividad de la industria (PMI manufacturero) han mostrado caídas superiores a las previstas.
Además, el precio del oro, activo refugio al que los ahorradores acuden en periodos de incertidumbre, volvió a marcar el lunes otro máximos histórico al cierre de la Bolsa de Nueva York en los 3.158 dólares, por lo que en lo que va de año se revaloriza ya un 19,5%.