Dos periodistas fueron detenidos en Estambul en el último arresto de trabajadores de los medios que cubrían las protestas más grandes de Turquía en más de una década, informaron sus medios.
Elif Bayburt, que trabaja para la agencia de noticias Etkin, y Nisa Suda Demirel, del sitio web de noticias Evrensel, fueron detenidas en redadas realizadas a primera hora de la mañana en las que también fueron detenidos activistas políticos y sindicalistas.
“Nuestra reportera, Nisa Sude Demirel, fue detenida por la policía que llegó a su casa alrededor de las 6 de la mañana de hoy”, dijo Evrensel en un comunicado.
Demirel, que seguía las protestas y el boicot a las universidades, fue trasladado a la División Antiterrorista del Departamento de Policía de Estambul.
La ONG internacional de libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras (RSF) condenó las detenciones.
“Las detenciones de periodistas no tienen fin”, afirmó su representante en Turquía, Erol Onderoğlu.
El Sindicato de Periodistas Turcos (TGS) pidió que se permita a los medios de comunicación realizar su trabajo y exigió “el fin de estas detenciones ilegales”.
A principios de esta semana, 11 periodistas fueron detenidos en redadas matutinas.
Aunque inicialmente fueron encarcelados a la espera de juicio, fueron liberados el jueves, pero aún enfrentan cargos de “participar en manifestaciones y marchas ilegales”.
La autoridad de radiodifusión de Turquía impuso el jueves una prohibición de emisión de 10 días a Sozcu TV, además de multas y suspensiones de programas a otros canales de la oposición.
Un reportero de la cadena pública nacional británica, la BBC, también fue deportado el jueves.
El arresto de İmamoğlu desata furor
Las manifestaciones masivas estallaron la semana pasada tras el arresto del alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu, miembro del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP) y considerado un rival clave del presidente Recep Tayyip Erdoğan.
Las manifestaciones nocturnas en Estambul organizadas por el CHP finalizaron el martes, pero en otras ciudades continuaron las protestas, en su mayoría pacíficas.
Sin embargo, la policía ha utilizado gases lacrimógenos, cañones de agua y perdigones de plástico para reprimir las manifestaciones que han sido prohibidas en Estambul, Ankara y Esmirna.
El gobierno insiste en que el poder judicial es independiente y está libre de interferencias políticas.
Los tribunales de toda Turquía están haciendo frente a un aumento de casos como resultado de las protestas.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, dijo que casi 1.900 personas han sido arrestadas desde el 19 de marzo.