El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el miércoles que impondría aranceles del 25% a las importaciones de automóviles, una medida que, según el líder estadounidense, impulsaría la fabricación nacional.
“Esto es permanente”, anunció Trump, subrayando la seriedad con la directiva arancelaria. Añadió que los aranceles a los vehículos comenzarían a cobrarse el 3 de abril.
Los aranceles llegan mientras los analistas advierten que esto probablemente podría afectar a la industria automotriz de EE. UU., ya que incluso los fabricantes de automóviles estadounidenses obtienen sus componentes de todo el mundo, lo que significa que podrían enfrentar costos más altos y menores ventas.
Algunas proyecciones estiman que el precio medio probable de un coche importado podría aumentar alrededor de 11.000 euros si los impuestos se trasladan íntegramente al comprador, lo que podría contribuir a la inflación general.
Como primera reacción al anuncio de Trump, las acciones de General Motors se desplomaron aproximadamente un 3% el miércoles por la tarde, mientras que las de Stellantis, propietaria de Jeep y Chrysler, cayeron casi un 4%. Las acciones de Ford subieron ligeramente.
Von der Leyen reacciona
En Bruselas se produjo una rápida reacción, donde la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su pesar por la decisión estadounidense. Prometió que el bloque protegería a los consumidores y a las empresas.
“Los aranceles son impuestos: malos para las empresas, peores para los consumidores por igual en Estados Unidos y la Unión Europea”, dijo en un comunicado, y agregó que el poder ejecutivo de la UE evaluaría el impacto de la medida, así como otros aranceles estadounidenses planeados para los próximos días.
Trump ha declarado desde hace tiempo que impondría aranceles a las importaciones de automóviles como sello distintivo de su presidencia, con la esperanza de que, a medida que aumentara el precio de los impuestos, más industrias se trasladarían a Estados Unidos y se reduciría el déficit presupuestario.
Sin embargo, los fabricantes de automóviles estadounidenses e internacionales ya tienen plantas en todo el mundo para satisfacer la demanda de los clientes de todo el mundo y mantener los precios competitivos.
Existe la preocupación de que pueda llevar años para que las empresas planifiquen, construyan y pongan en marcha las fábricas adicionales que Trump está proponiendo.
Canadá califica los aranceles de Trump de “ataque directo”
Mientras tanto, el primer ministro canadiense, Mark Carney, dice que necesita ver los detalles de la orden ejecutiva de Trump antes de tomar medidas de represalia.
Describió los aranceles de Trump como injustificados y dijo que se dirigiría directamente a Ottawa para presidir su comité especial del Gabinete sobre las relaciones con Estados Unidos el jueves.
Anteriormente, Carney anunció un “fondo de respuesta estratégica” de 1.200 millones de euros que protegerá los empleos del sector automovilístico canadiense afectados por los aranceles de Trump.
Carney destacó que la industria automotriz emplea directamente a 125.000 canadienses y a casi otros 500.000 en industrias relacionadas, lo que la convierte en el segundo producto de exportación más importante del país.
El recién nombrado primer ministro quiere mitigar el efecto de los aranceles sobre la economía canadiense y ha pedido conversaciones con Trump, con quien aún no se ha reunido ni hablado desde que asumió el cargo el 14 de marzo.