Israel atacó el Líbano el sábado en represalia por los cohetes dirigidos contra Israel, en el intercambio de disparos más intenso desde el alto el fuego.
Antes se dispararon cohetes desde el Líbano hacia Israel, por segunda vez desde diciembre, lo que generó preocupación sobre si se mantendrá el frágil alto el fuego con el grupo militante libanés Hezbolá.
Israel había declarado el sábado que respondería con severidad al ataque desde el Líbano la madrugada del sábado, cuando se dispararon cohetes hacia el norte de Israel. El ejército israelí indicó que los cohetes interceptados tenían como objetivo la ciudad israelí de Metula.
Hezbolá comenzó a lanzar cohetes, drones y misiles contra Israel al día siguiente de que el ataque de Hamás, el 7 de octubre de 2023, desde Gaza, iniciara la guerra allí. El conflicto entre Israel y Hezbolá se convirtió en una guerra abierta en septiembre, cuando Israel lanzó oleadas masivas de ataques aéreos y mató a la mayoría de los principales líderes del grupo militante. Los combates causaron la muerte de más de 4.000 personas en el Líbano y el desplazamiento de unos 60.000 israelíes.
Según el alto el fuego alcanzado en noviembre, las fuerzas israelíes debían retirarse de todo el territorio libanés a finales de enero. El plazo se extendió posteriormente hasta el 18 de febrero mediante acuerdo entre el Líbano e Israel.
Desde entonces, Israel ha permanecido en cinco lugares del Líbano, frente a comunidades del norte de Israel, y ha llevado a cabo decenas de ataques aéreos en el sur y el este del Líbano, alegando haber atacado a Hezbolá. El Líbano ha hecho un llamamiento a la ONU para que presione a Israel para que se retire completamente del país.
La oficina del Primer Ministro israelí anunció el sábado que ordenó al ejército actuar con contundencia contra decenas de objetivos en el Líbano, y añadió: «Israel no permitirá ningún daño a sus ciudadanos ni a su soberanía». El ejército israelí anunció el sábado que estaba llevando a cabo ataques contra objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano.
No hubo comentarios inmediatos por parte de Hezbolá
En un comunicado, el primer ministro libanés, Nawaf Salam, pidió al ejército libanés que tomara todas las medidas necesarias en el sur, pero dijo que el país no quería volver a la guerra.
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano, conocida como FPNUL, dijo que estaba alarmada por la posible escalada de violencia e instó a todas las partes a evitar poner en peligro el progreso alcanzado, diciendo que una mayor escalada podría tener graves consecuencias para la región.