Todo parecía dispuesto esta semana para que los ataques aéreos contra instalaciones energéticas dejaran de producirse durante 30 días. Putin había dado la orden a su Ejército de acabar con ellos tras hablar el martes con Trump; y Zelensky también había aceptado el pacto tras una llamada con el presidente estadounidenses un día después.
No obstante,los pormenores del acuerdo, la falta de una firma y las discrepancias sobre la lista de instalaciones incluidas en esta tregua parcial han alargado su puesta en marcha.
Este lunes ambos países se reunirán por separado con EEUU en Arabia Saudí, donde se tratará de sellar el acuerdo. Pero hasta que esto suceda los bombardeos seguirán cayendo con intensidad, al tiempo que los avances rusos en el frente continúan.
Tras sus progresos en la región rusa de Kursk, Moscú está ahora intentando expulsar del todo a las fuerzas ucranianas de su territorio. Sin embargo, ahora que Ucrania lucha más cerca de su frontera, recibe más apoyo de su artillería y sus drones, frente a la superioridad numérica rusa. Zelenski volvío a insistir este miércoles que, al contrario de lo que afirman Putin y Trump, no hay fuerzas ucranianas rodeadas en Kursk. No obstante, un total de 544 personas han sido evacuadas del distrito de Sudzha, tras haber recuperado Rusia esta ciudad, la más grande ocupada por Ucrania.
En la vecina Sumi, los intentos rusos de cruzar la frontera y penetrar en la región siguen siendo de dimensiones limitadas y no amenazan por el momento la capital regional.
Rusia avanza en Zaporiyia y el Donbás
En cuanto al resto de frentes abiertos, las fuerzas ucranianas han avanzado recientemente en la región de Bélgorod y en alguna zona de Pokrovsk, al este. Sin embargo, han sido las fuerzas rusas las que más territorio han avanzado en la última semana, que no solo han recuperado buena parte del terreno en Kursk, sino que también han avanzado (aunque de manera moderada) cerca de Toretsk, Pokrovsk y Velyka Novosilka, según recoge el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un think tank estadounidense que monitorea el conflicto.
Este organismo reconoce que es probable que las fuerzas rusas estén intensificando sus operaciones ofensivas en el oeste del óblast de Zaporiyia para avanzar hacia la ciudad de Zaporiyia, ante las continuas exigencias del Kremlin de que Ucrania ceda la totalidad del óblast a Rusia.
“Es probable que las fuerzas rusas también estén intentando atraer y fijar a las fuerzas ucranianas a otras zonas de la línea del frente para que puedan priorizar ciertos esfuerzos y lograr avances significativos en el teatro de operaciones a medida que el clima mejora y Rusia prolonga las negociaciones”, se puede leer en uno de sus últimos informes.
Este organismo reconoce que es probable que las fuerzas rusas estén intensificando sus operaciones ofensivas en el oeste del óblast de Zaporiyia para avanzar hacia la ciudad de Zaporiyia, ante las continuas exigencias del Kremlin de que Ucrania ceda la totalidad del óblast a Rusia.
“Es probable que las fuerzas rusas también estén intentando atraer y fijar a las fuerzas ucranianas a otras zonas de la línea del frente para que puedan priorizar ciertos esfuerzos y lograr avances significativos en el teatro de operaciones a medida que el clima mejora y Rusia prolonga las negociaciones”, se puede leer en uno de sus últimos informes.
La oleada de ataques a esta región representa la primera escalada significativa en la región desde la contraofensiva ucraniana en verano de 2023, según los analistas militares ucranianos.
El ejército ruso está intentando penetrar las defensas ucranianas entre Piatijatki y Mali Scherbaki desde principios de marzo, afirma la plataforma de análisis DeepState, y en los últimos días ha logrado avanzar en esa zona, donde sus tropas han entrado a tres nuevas localidades
Los analistas ucranianos han destacado que las tropas ucranianas que defienden la región son menos experimentadas y cuentan con menos equipamiento que las del frente oriental. Sin embargo, el analista militar Oleksandr Kovalenko predice que Rusia tendrá dificultades para lograr avances significativos hacia Zaporiyia.
En el frente oriental la situación sigue siendo complicada para Ucrania, donde Rusia intenta avanzar cerca de Kúpiansk, en la región de Járkov, y en toda la línea de contacto en Donetsk. A lo largo de los últimos días, las fuerzas rusas lograron pequeños avances cerca de Liman, así como en Toretsk y Chásiv Yar. A pesar de ello, Rusia sigue sufriendo fuertes bajas, mientras que las fuerzas ucranianas lanzan contraataques de forma sistemática, según Kovalenko.
En Donetsk, las tropas ucranianas han recuperado en las últimas semanas partes de localidades clave -Kotline, Shevchenko y Pishchane- cerca de Pokrovsk, deteniendo el impulso ruso en ese sector. Las informaciones procedentes del frente también destacan el menguante uso de equipamiento pesado como tanques y vehículos blindados por parte de los rusos.
Mikola Koval, portavoz de la brigada ucraniana Chervona Kalina, declaró a los medios locales que los asaltos rusos emplean ahora medios de transporte no convencionales, incluidas bicicletas, patinetes eléctricos, motos y todoterrenos. Kovalenko atribuye parte del mérito a la hora de detener los avances rusos hacia Pokrovsk al fortalecimiento del mando militar. “La coordinación entre unidades y otros aspectos ha mejorado desde el nombramiento del general Mijailo Drapati como jefe de las fuerzas orientales”, confirmo a EFE.
Campaña de ataques aéreos
Estos movimientos en tierra se han complementado con una intensa campaña de ataques aéreos por ambas partes. Con objetivos que incluyen infraestructuras energéticas pese a las negociaciones al respecto. Las fuerzas ucranianas llevaron a cabo este jueves un ataque con drones contra la base aérea Engels, en la provincia de Sarátov y Rusia acusó esta semana a Kiev de lanzar también uno de los ataques “más masivos” en lo que va de guerra.
Mientras, Rusia ha continuando con sus ataques con misiles y drones en varias zonas del territorio, pero sobre todo en Zaporiyia y Odesa. Este viernes el Ejército ruso lanzó contra territorio ucraniano un total de 214 aparatos no tripulados entre drones de ataque y réplicas de estos sin carga explosiva que los rusos utilizan para confundir a las defensas ucranianas, según informó este viernes la Fuerza Aérea de Ucrania.
Así mismo, las informaciones procedentes de la ciudad portuaria de Odesa sugieren que Rusia ha empezado a usar una nueva táctica consistente en lanzar una mayor cantidad de drones kamikaze contra sus objetivos urbanos para desbordar sus defensas aéreas.
El jueves, los drones rusos se reunieron en grupos más grandes cerca de Odesa, se elevaron a gran altura -unos 2 kilómetros sobre el suelo- y luego se precipitaron sobre la ciudad. “Rusia ha cambiado su táctica. Los drones operan en grandes cantidades para sobrecargar las defensas aéreas y los sistemas de guerra electrónica”, confirmó Andri Kovalenko, funcionario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania.
La nueva táctica hace que los drones sean tremendamente imprecisos. Su trayectoria y velocidad los hacen casi imposibles de detener con ametralladoras utilizadas por los grupos de fuego móviles -soldados con vehículos y proyectores empleados en medio del déficit de otros sistemas más sofisticados-, escribió para el Grupo de Información de Resistencia.