Varios patrocinadores de alto perfil retiraron su apoyo financiero antes del evento del Orgullo LGBTQ de este año en San Francisco, según informaron varios medios de comunicación. Esto se produce en medio de la presión de la administración del presidente estadounidense Donald Trump para recortar la financiación federal a programas relacionados con la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI).
Varias empresas, incluida la corporación de telecomunicaciones estadounidense Comcast; Diageo, propietario de marcas de alcohol como Guinness y Smirnoff; y Anheuser-Busch, la compañía propietaria de Budweiser y Stella Artois, retiraron su apoyo financiero al evento, escribió Forbes el viernes.
Los organizadores han presupuestado 3,2 millones de dólares para la celebración de dos días de este año, que incluirá un desfile. Se prevé que patrocinios corporativos cubran unos 2,3 millones de dólares de la suma, según declaró Suzanne Ford, directora ejecutiva del Orgullo de San Francisco, al medio de comunicación SFGATE en un artículo publicado a principios de esta semana.
Un total de cinco patrocinadores alegaron falta de fondos y se retiraron, lo que resultó en una pérdida total de 300.000 dólares en financiación corporativa, dijo Ford al canal de televisión KTVU Fox en una entrevista la semana pasada.
“Estoy muy preocupada. Obviamente, hay presión del gobierno federal”, declaró al canal. La política anti-DEI de Trump ha influido en la salida de los patrocinadores, afirmó Ford.
Según Forbes, varios otros eventos del orgullo, incluidos los de Nueva York, Houston y Washington, han informado que algunos de sus patrocinadores corporativos han retirado o reducido su apoyo.
“El clima político y económico actual ha tenido un impacto significativo en los niveles de patrocinio de las corporaciones”, dijo la junta directiva de Houston Pride a Forbes.
Desde su toma de posesión en enero, Trump ha recortado una serie de programas, contratos y subvenciones relacionados con las políticas DEI, alegando que son un desperdicio y discriminatorios.
Varias empresas parecieron reducir su apoyo público a la comunidad LGBTQ el año pasado, tras enfrentarse al boicot de los consumidores. En 2023, Anheuser-Busch sufrió un boicot y una caída en picado de las ventas tras su campaña publicitaria de Bud Light, protagonizada por el controvertido influencer trans Dylan Mulvaney, que generó una reacción generalizada.