Preocupados por la inestabilidad global, países desde Europa hasta Asia están aumentando drásticamente su gasto militar en un intento de volverse más autosuficientes.
En un momento en que la participación de Estados Unidos en el exterior parece estar disminuyendo bajo la presidencia de Donald Trump, algunos países temen que el enfoque de “Estados Unidos primero” de Washington pueda envalentonar las acciones de naciones como Rusia y China en otras partes del mundo.
Ante tal incertidumbre, Alemania, Italia y Japón se encuentran entre los que intentan reforzar sus capacidades de defensa.
Sin embargo, estos tres países, que formaron la alianza del Eje en la Segunda Guerra Mundial, se ven obstaculizados por su pasado, dijo Raffaele Marchetti, profesor de relaciones internacionales en la Universidad LUISS de Roma.
“El objetivo de los tratados de paz de posguerra fue eliminar el hegemonismo, el militarismo y el aventurerismo agresivo en la cultura de estos tres países”.
Alemania, Italia y Japón se han convertido en las llamadas potencias civiles. Hoy en día, es realmente difícil para estos países adoptar una mentalidad de preparación para el combate», añadió.
Los expertos dijeron a Euronews que estos países del G7, que son todos estados no nucleares, seguirán dependiendo de Estados Unidos para la disuasión nuclear contra sus adversarios.
El plan de Alemania para fortalecer su ejército
La semana pasada, los demócratas cristianos (CDU) y los socialdemócratas (SPD) de Alemania acordaron dejar de lado un freno constitucional a la deuda, lo que permitiría al país desbloquear cientos de miles de millones de euros para proyectos de defensa e infraestructura.
Esto ocurre cuando el gasto de defensa alemán alcanzó el 2% del PIB del país, tres años después de que el canciller saliente Olaf Scholz prometiera impulsar al ejército a través de 100 mil millones de euros de inversión.
Las deficiencias en la capacidad de defensa del país son significativas, según un reciente informe del parlamento alemán. Este indica que la Bundeswehr (el ejército alemán) necesitaría reclutar a decenas de miles de militares para 2031.
Alemania también necesita modernizar su armamento, ya que gran parte de su equipamiento se ha deteriorado desde el final de la Guerra Fría.
El comité de presupuesto del Parlamento ha duplicado sus compras previstas de sistemas de defensa aérea y tanques de batalla de última generación.
‘Una cultura construida sobre el antimilitarismo’
A pesar de sus planes de ampliar su ejército, Alemania todavía está atada, al menos retóricamente, a décadas de antimilitarismo, según Jaques-Pierre Gougeon, director del Observatorio Alemán del centro de estudios IFRI con sede en París.
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Alemania, dividida en Este y Oeste, tuvo que cumplir estrictas limitaciones militares.
Cuando Friedrich Merz, el político de centroderecha que se espera que suceda a Scholz como canciller, anunció recientemente su enorme plan de inversión militar, habló de “teilnahme” (participación) con los aliados de su país.
“Es una redacción elegida deliberadamente para hacer frente a una cultura construida sobre el antimilitarismo de los alemanes”, dijo Gougeon, quien vio el discurso de Merz como dirigido más a un público interno que al extranjero.
La Bundeswehr (ejército alemán) solo puede crecer en un contexto político estrictamente europeo. Su rearme depende más de un esfuerzo financiero común de la UE, añadió.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha hablado sobre la posibilidad de ampliar la disuasión nuclear de su país a Alemania y otros socios de la UE, que ayudarían financieramente con su ampliación.
Sin embargo, algunos europeos creen que el enfoque actual es mejor, a pesar de la amenaza de la administración Trump de reducir el papel que desempeña en la seguridad europea.
“Un paraguas nuclear es mejor que dos, porque entonces no hay ambigüedad sobre cuál paraguas nuclear te protege”, dijo Tobias Cremer, un socialdemócrata alemán que forma parte del recientemente creado Comité de Seguridad y Defensa del Parlamento Europeo.
“Tenemos un plan A, este plan ha funcionado durante 80 años, y es tanto de nuestro interés como del interés estadounidense que este plan A, que es la disuasión nuclear de la OTAN, siga vigente”, dijo.
Según Cremer, “la UE no debe sustituir al pilar europeo de la OTAN, pero ambos deben trabajar muy, muy estrechamente juntos”.
Italia y una preocupación compartida
Italia comparte las mismas preocupaciones que Alemania sobre la disminución del papel militar de Estados Unidos en Europa.
Actualmente hay alrededor de 120 instalaciones estadounidenses y de la OTAN en Italia.
El gasto de defensa de Roma es inferior al de Alemania como porcentaje de su economía. Actualmente, Italia destina el 1,59 % de su PIB a su ejército, muy por debajo del nivel que Trump desea que gasten los miembros de la OTAN.
Como parte de sus mejoras planificadas, el productor de armas italiano Leonardo ha llegado a un acuerdo con su homólogo alemán Rheinmetall para producir un tanque pesado común.
Italia, Japón y el Reino Unido también planean la producción de un avión de guerra de sexta generación. La empresa conjunta estará a cargo de BAE System (Reino Unido), Leonardo (Italia) y Japan Aircraft Industrial Enhancement Co.
En cuanto a la disuasión nuclear, Italia, al igual que Alemania, debe confiar en la protección nuclear estadounidense, afirmó Marchetti, de la Universidad LUISS de Roma.
“(Para los italianos) tener más autonomía estratégica europea no significa deshacerse del refugio nuclear estadounidense”, explicó.
Japón y su conflictivo vecindario
El gobierno de Japón ha dicho recientemente que aumentará el gasto militar del 1,6% al 2% del PIB para 2027.
Un área que Tokio, que tiene como vecinos a China, Rusia y Corea del Norte, planea mejorar son sus sistemas de defensa aérea.
La presencia militar estadounidense en Japón sigue siendo crucial, con más de 50.000 soldados estadounidenses estacionados allí, incluso en la isla de Okinawa.
La disuasión nuclear estadounidense es la columna vertebral del sistema de seguridad de Japón, ya que su población es fuertemente antinuclear debido a los traumas pasados de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki.
Japón no se beneficia de una defensa colectiva como en Europa, ya que la región del Indo-Pacífico es más frágil política y militarmente, a pesar de la intensa interdependencia económica, según Silvia Menegazzi, fundadora del Centro de Estudios sobre China Contemporánea.
“Para su seguridad, Japón necesita urgentemente la protección de Estados Unidos, y por eso la OTAN ha estado intensificando sus alianzas en la región del Indopacífico”, afirmó.