El Parlamento alemán aprobó el martes un proyecto de ley histórico que desbloquea un nivel récord de endeudamiento estatal para defensa e infraestructura mediante la modificación de las normas fiscales consagradas constitucionalmente del país.
La votación en el Parlamento obtuvo 513 votos a favor, por encima de los 489 votos necesarios.
La ley aún necesita una mayoría de dos tercios en el Bundesrat, la cámara alta de Alemania que representa a los estados federados, para convertirse en ley.
La votación crucial en el Bundestag siguió a semanas de debate que se desató cuando la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merz y los potenciales socios de coalición, los socialdemócratas (SPD), revelaron planes para liberar cientos de miles de millones en gastos mediante la flexibilización del “freno a la deuda” consagrado en la Constitución alemana.
Merz afrontó una tensa carrera para sacar adelante la propuesta antes de la reunión del nuevo parlamento el 25 de marzo, donde el partido de extrema izquierda Die Linke y el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) tendrían la capacidad de bloquear el paquete.
Los Verdes se mostraron inicialmente reacios a ofrecer su apoyo al proyecto de ley hasta que la semana pasada Merz dio al partido garantías de que 100.000 millones de euros del fondo especial se destinarían a apoyar medidas de transformación económica climática.
El histórico acuerdo marca un cambio tras décadas de conservadurismo fiscal. De las propuestas, el gasto en defensa superior al 1% del producto interior bruto alemán queda exento del “freno de la deuda” del país, incorporado a la Constitución en 2009.
También se creará un fondo especial de 500.000 millones de euros para financiar proyectos de infraestructura fuera del presupuesto ordinario durante la próxima década, y dará a los 16 estados federados de Alemania margen para pedir prestado el equivalente a unos 15.000 millones de euros.
Merz,quien hizo campaña contra la reforma del freno de la deuda durante toda su carrera— ha enmarcado su cambio de rumbo como necesario en respuesta a un panorama de seguridad cambiante.
“Nuestros amigos en la UE nos miran con la misma atención que nuestros adversarios y los enemigos de nuestro orden democrático y basado en normas”, dijo Merz el martes antes de la votación.
El ministro de Defensa, Boris Pistorius, defendió la decisión de levantar las reglas fiscales para invertir en la defensa de Alemania, incluido su ejército lamentablemente subfinanciado.
“Nuestra seguridad no debe verse comprometida por restricciones presupuestarias”, afirmó Pistorius, añadiendo que “cualquiera que dude hoy está negando la realidad”.
Algunas de las críticas más fuertes en el Parlamento el martes vinieron de AfD y del liberal Partido Democrático Libre (FDP), este último que intentó descarrilar el paquete sugiriendo un cambio de último momento.
El mercado de valores alemán y el euro reaccionaron positivamente antes de la votación, que según los expertos tiene el poder de sacar a Alemania de sus dos años de pobre crecimiento económico.
La mayoría de los economistas están a favor de incurrir en deuda para financiar necesidades adicionales de seguridad y defensa, pero han señalado repetidamente que el paquete de infraestructura debería ir acompañado o reemplazado por fuertes reformas en otras áreas, según el grupo de expertos económicos Ifo.
Los expertos afirman que se necesitan desesperadamente reformas en la burocracia, las pensiones y la energía, así como abordar la grave escasez de mano de obra del país.
Marcel Fratzscher, presidente del instituto de investigación económica DIW Berlín, con sede en Berlín, reiteró a Euronews que “necesitamos reformas en la burocracia y en la mano de obra en otros ámbitos para que estas inversiones puedan implementarse”.
El paquete sería un paso muy importante en la dirección correcta, pero por sí solo no será suficiente. Necesitamos una reforma del freno de la deuda para incorporar permanentemente las inversiones en infraestructura, educación y defensa al presupuesto federal.
La ley aún necesita una mayoría de dos tercios en el Bundestag, la cámara alta de Alemania.
Aquí, la CDU, el SPD y los Verdes necesitan el respaldo de otro partido para ratificar la legislación.