El primer ministro británico, Keir Starmer, ha pedido a sus aliados occidentales que “mantengan la presión” sobre el presidente ruso, Vladimir Putin, para que respalde un alto el fuego en Ucrania.
En sus palabras de apertura el sábado en una reunión virtual de lo que él ha llamado la “coalición de los dispuestos”, Starmer dijo que Putin “tarde o temprano” tendrá que “sentarse a la mesa”.
Se espera que la llamada ahonde en cómo los países pueden ayudar a Ucrania militar y financieramente, así como evaluar el apoyo para cualquier futura posible misión de mantenimiento de la paz en caso de que Putin respalde un cese de hostilidades.
“Tengo la sensación de que tarde o temprano tendrá que sentarse a la mesa y entablar un debate serio, pero este es un gran pero para nosotros esta mañana en nuestra reunión no podemos quedarnos de brazos cruzados y simplemente esperar a que eso suceda”, dijo Starmer a los líderes mientras estaba sentado frente a una pantalla en una oficina en el número 10 de Downing Street.
Creo que eso significa fortalecer a Ucrania para que pueda defenderse, y fortalecerla, obviamente, en términos de capacidad militar, en términos de financiación y en términos de brindar mayor apoyo de todos nosotros a Ucrania.
Se espera la participación de unos 25 países en la convocatoria, incluyendo socios europeos y Ucrania. También participarán líderes de Australia, Canadá y Nueva Zelanda, así como funcionarios de la OTAN y del ejecutivo de la Unión Europea. Estados Unidos no está representado en la reunión.
La reunión del sábado tiene lugar a raíz de una propuesta estadounidense de un alto el fuego de 30 días en Ucrania, que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha respaldado.
Al igual que en la última reunión de la “coalición de los dispuestos” del 2 de marzo, no hay ningún representante de Estados Unidos, que ha cambiado su enfoque sobre la guerra desde el regreso del presidente Trump a la Casa Blanca. El cambio de enfoque respecto al adoptado por el predecesor de Trump, Joe Biden, se hizo especialmente notorio tras el enfrentamiento entre Trump y Zelenski el 28 de febrero en el Despacho Oval.
Putin ha indicado que apoya una tregua en principio, pero ha expuesto una serie de detalles que deben aclararse antes de acordar un alto el fuego. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha expresado un “optimismo cauteloso” sobre la posibilidad de que Putin, quien se reunió el jueves con el enviado estadounidense Steve Witkoff, respalde un alto el fuego.
Starmer parece ser menos optimista y les dice a los líderes que ahora se requieren compromisos concretos mientras Putin juega “juegos sin sentido” con el plan de paz de Trump.
Starmer ha liderado, junto con el presidente francés Emmanuel Macron, la formación de la “coalición de los dispuestos”, en parte para persuadir a Trump de mantener su apoyo a Kiev. Un resultado ya ha sido la creciente aceptación, sobre todo por parte de los países europeos, de que necesitan redoblar sus esfuerzos para garantizar su propia seguridad, incluyendo el aumento de su gasto en defensa.
Las imágenes del Elíseo mostraron a Macron y sus asesores escuchando la declaración inaugural de Starmer en una sala del palacio presidencial francés.
Ucrania, sometida a una fuerte presión militar en partes del frente tres años después de la invasión rusa a gran escala, ya ha respaldado la propuesta de tregua. El ejército ruso ha cobrado impulso en el campo de batalla, y los analistas afirman que Putin probablemente se mostrará reacio a apresurarse a un alto el fuego mientras se sienta con ventaja.
Rusia y Ucrania continúan los bombardeos
Rusia y Ucrania intercambiaron fuertes ataques aéreos durante la noche del sábado, y ambas partes informaron más de 100 drones enemigos sobre sus respectivos territorios.
El gobernador regional de Volgogrado, Andrei Bocharov, confirmó que la caída de restos de un dron provocó un incendio en el distrito de Krasnoarmeysky, cerca de una refinería de petróleo de Lukoil, pero no proporcionó más detalles. Los aeropuertos cercanos suspendieron temporalmente los vuelos, según informaron medios locales. No se reportaron víctimas.
La refinería de Volgogrado ha sido blanco de las fuerzas de Kiev en varias ocasiones desde que Moscú lanzó su invasión a gran escala de Ucrania hace más de tres años, la más reciente en un ataque con drones el 15 de febrero.
El Ministerio de Defensa ruso declaró haber derribado 126 drones ucranianos, 64 de los cuales fueron destruidos sobre la región de Volgogrado. También se derribaron drones sobre las regiones de Vorónezh, Bélgorod, Briansk, Rostov y Kursk, según informaron las autoridades.
Mientras tanto, la fuerza aérea ucraniana informó el sábado que Rusia había lanzado una andanada de 178 drones y dos misiles balísticos sobre el país durante la noche. La andanada consistió en una combinación de drones de ataque tipo Shahed y drones de imitación diseñados para confundir a las defensas aéreas. Unos 130 drones fueron derribados, mientras que 38 más se perdieron en ruta hacia sus objetivos.
Rusia atacó instalaciones energéticas, causando daños significativos, dijo la compañía energética privada de Ucrania DTEK.
Rusia atacó la infraestructura energética en las regiones de Dnipropetrovsk y Odesa, según informó DTEK en un comunicado el sábado. Algunos residentes se quedaron sin electricidad.
Los daños son considerables. Los trabajadores del sector energético ya están trabajando sobre el terreno. Estamos haciendo todo lo posible para restablecer el suministro eléctrico a los hogares lo antes posible, declaró la empresa energética.