Nueva Delhi ha repatriado a 549 ciudadanos indios que fueron rescatados de centros de ciberdelincuencia ubicados a lo largo de la frontera entre Myanmar y Tailandia, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores el miércoles. Fueron trasladados en aviones militares en dos grupos el lunes y el martes.
Los indios se encontraban entre otros ciudadanos de países asiáticos y africanos que habían viajado a Tailandia o Myanmar en busca de falsas ofertas de trabajo en el sector de TI.
Al llegar, al parecer fueron traficados a centros de delitos cibernéticos, presuntamente operados por bandas criminales chinas, en zonas fronterizas no gobernadas de Myanmar, que están fuera del control del gobierno central.
El portavoz de Asuntos Exteriores, Randhir Jaiswal, publicó en X que el gobierno ha estado realizando constantes esfuerzos para liberarlos. “Posteriormente, estas personas fueron obligadas a cometer delitos informáticos y a participar en otras actividades fraudulentas en centros de estafa que operan en las regiones fronterizas entre Myanmar y Tailandia”, declaró el ministerio en un comunicado. También reiteró su cautela ante este tipo de actividades fraudulentas.
La mayoría de los cautivos fueron liberados durante una operación de represión llevada a cabo por las autoridades tailandesas, chinas y birmanas. La operación condujo a la liberación de más de 7.000 personas de recintos cerrados donde se vieron obligadas a engañar a personas, principalmente en Estados Unidos, para que les quitaran los ahorros de toda su vida, informó AP.
Cientos de ciudadanos indios han sido víctimas de bandas criminales que perpetran estafas similares en países como Camboya, Laos, Myanmar y Tailandia, según el Hindustan Times. En enero, la embajada de Nueva Delhi en Laos rescató a 67 hombres indios que habían sido víctimas de trata en centros de ciberestafa que operaban en una zona económica especial.
La estafa del “descuartizamiento de cerdos”, un tipo de fraude en línea en el que se convence a las víctimas de invertir en plataformas falsas, está presuntamente orquestada por organizaciones criminales chinas. El nombre de la estafa proviene de una analogía: un granjero cría y engorda un cerdo antes de sacrificarlo, lo que simboliza cómo los estafadores construyen gradualmente la confianza de sus víctimas antes de explotarlas económicamente.
Este problema salió a la luz por primera vez en septiembre de 2024, cuando los medios informaron que miles de indios estaban atrapados en varios países del sudeste asiático, donde se les obligaba a trabajar como “ciberesclavos”.
Las autoridades de inmigración de Nueva Delhi informaron que, de los 73.138 indios que visitaron ciertos países con visas de visitante entre enero de 2022 y mayo de 2024, aproximadamente 30.000 no habían regresado a la India.