Los alimentos ultraprocesados están relacionados con una serie de problemas de salud, incluida la muerte por enfermedades cardíacas y otras afecciones, como el Parkinson (la primera vez que se identifica un vínculo entre ambas), pero no aumentan el riesgo de morir de cáncer, sugiere un nuevo estudio.
Los alimentos ultraprocesados como salchichas, cereales para el desayuno, patatas fritas, fideos instantáneos y comidas congeladas suelen tener un alto contenido de azúcar, grasas saturadas y sal.
La dieta media de una persona está repleta de alimentos ultraprocesados, que van desde el 14 por ciento en Italia y Rumania hasta el 44 por ciento en el Reino Unido y Suecia.
El nuevo informe de la agencia de investigación del cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) arroja algo de luz sobre cómo afectan nuestros resultados de salud.
Se descubrió que comer más alimentos ultraprocesados está relacionado con un mayor riesgo de muerte por enfermedades cardíacas, presión arterial alta, accidentes cerebrovasculares, aneurismas y afecciones circulatorias relacionadas, así como problemas digestivos y enfermedad de Parkinson.
Es el primer análisis que identifica un vínculo entre los alimentos ultraprocesados y la enfermedad de Parkinson.
Los investigadores aún no saben por qué existen todas estas conexiones, pero dijeron que los hallazgos constituyen un argumento convincente para reducir el consumo de alimentos ultraprocesados.
“Reducir [los alimentos ultraprocesados] y adoptar una dieta rica en alimentos no procesados y mínimamente procesados puede tener un impacto positivo significativo en la salud a largo plazo”, explica a Euronews Health Esther González-Gil, científica de la OMS y autora principal del estudio.
El estudio, que se publicó en la revista Lancet Regional Health – Europe , incluyó a casi 429.000 personas en nueve países: Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Noruega, España, Suecia y el Reino Unido.
Se reclutaron personas para la investigación entre 1992 y 2000 y se les hizo un seguimiento de unos 16 años, en promedio. No se incluyeron aquellos que habían tenido cáncer, enfermedades cardíacas, derrame cerebral o diabetes, o cuyas dietas se encontraban en los extremos del espectro.
Un estudio plantea preguntas sobre cómo ciertos alimentos afectan la salud
Cabe destacar que no se encontró ningún vínculo entre los alimentos ultraprocesados y las muertes por enfermedad de Alzheimer o cáncer, hallazgos que contradicen estudios anteriores .
El alcohol puede ayudar a explicar esa discrepancia, dijeron los investigadores. Algunas bebidas, como el whisky, la ginebra y el ron, se consideran ultraprocesadas, lo que significa que suelen incluirse en los análisis sobre cómo estos alimentos afectan la salud.
Sin embargo, el alcohol tiene su propio papel como causa conocida de siete tipos de cáncer
González-Gil dijo que el equipo también está investigando si existe un vínculo entre los alimentos ultraprocesados y ciertos tipos de cáncer, considerando que el estudio sólo analizó el cáncer en general.
“La inclusión de todos los tipos de cáncer combinados podría diluir las posibles asociaciones positivas para ciertos tipos de cáncer”, dijo.
Mientras tanto, el elevado riesgo de mortalidad por párkinson pero no por alzhéimer (a pesar de que ambas son enfermedades neurodegenerativas) es otro enigma. Los autores del estudio afirmaron que esto podría deberse a un diagnóstico insuficiente de la enfermedad de Alzheimer, pero aún no está claro.
Los vínculos entre los alimentos ultraprocesados y otros riesgos para la salud fueron más claros y se mantuvieron incluso cuando los investigadores controlaron aspectos como el tabaquismo, la obesidad, la actividad física y los factores socioeconómicos.
Cómo los cambios en la dieta pueden mejorar la salud
El estudio tiene algunas limitaciones. Las comidas que solían prepararse en casa cuando comenzó la investigación en los años 90 podrían estar muy procesadas hoy en día, dijeron los investigadores.
Tampoco se tuvieron en cuenta los cambios en las técnicas y normas de procesamiento de alimentos (por ejemplo, las restricciones de la UE a las grasas trans, que se promulgaron en 2021).
Reemplazar el 10 por ciento de los alimentos procesados y ultraprocesados en la dieta diaria de una persona por alimentos integrales o mínimamente procesados (como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales) se asoció con un menor riesgo de muerte, según el análisis.
González-Gil dijo que eso podría deberse al “doble efecto” de eliminar los alimentos procesados y agregar opciones más saludables.
“Priorizar los alimentos frescos e integrales frente a las alternativas ultraprocesadas es un paso proactivo hacia una vida más saludable”, afirmó.