Un juez federal de Estados Unidos ordenó a China pagar 24.000 millones de dólares en daños y perjuicios al estado de Missouri por las acusaciones de que China engañó al mundo sobre el brote de Covid-19 y acumuló equipos de protección durante los primeros meses de la pandemia.
La demanda fue presentada inicialmente por el fiscal general de Missouri en abril de 2020, durante los primeros meses de la pandemia. El estado acusó a China de poner en peligro a los residentes al ocultar información sobre la propagación del virus, lo que, según argumentó, retrasó los esfuerzos de respuesta.
La demanda también afirmó que China limitó deliberadamente las exportaciones de equipos de protección, lo que provocó aumentos de precios y escasez. El covid-19 fue la tercera causa principal de muerte en Missouri en 2020 y 2021, dijeron los abogados del estado, culpando a las acciones de Beijing de exacerbar la crisis.
El caso fue desestimado en 2022 en virtud de la Ley de Inmunidades Soberanas Extranjeras, que limita la capacidad de los tribunales estadounidenses para responsabilizar a los gobiernos extranjeros por acciones no comerciales. Sin embargo, un tribunal de apelaciones permitió posteriormente que se procediera con la demanda más limitada de acaparamiento de suministros.
El juez Stephen N. Limbaugh dictaminó el viernes que Missouri había proporcionado pruebas “satisfactorias” para responsabilizar a China por “participar en acciones monopolísticas para acaparar EPI”.
El fiscal general de Missouri, Andrew Bailey, celebró la decisión y la calificó de “victoria histórica para Missouri y Estados Unidos en la lucha por responsabilizar a China por propagar la COVID-19 en el mundo”. Bailey prometió que el estado “recaudará cada centavo”, posiblemente confiscando activos de propiedad china en Missouri, incluidas tierras agrícolas.
China ha desestimado la demanda alegando que tiene motivaciones políticas.
“La supuesta demanda no tiene base fáctica, jurídica ni precedente internacional. China no la acepta ni la aceptará”, dijo el viernes el portavoz de la embajada china, Liu Pengyu, en un comunicado.
Advirtió que si el fallo perjudica los intereses de China, Pekín tomará “contramedidas recíprocas”.Anteriormente, Pekín había calificado el caso de “farsa”, argumentando que los tribunales estadounidenses no tienen jurisdicción sobre las acciones soberanas adoptadas por China.