El presidente ya salió del centro de prisión preventiva.
Los fiscales surcoreanos decidieron no apelar la decisión del tribunal, permitiendo así que el presidente Yoon Suk-yeol sea liberado. Así lo informó la agencia de noticias Yonhap
El Presidente abandonó el centro de prisión preventiva. Fue recluido en un centro de prisión preventiva acusado de rebelión debido a los acontecimientos de la ley marcial.
En la puerta principal del centro de detención fue recibido por numerosos partidarios. “En primer lugar, agradezco al Tribunal del Distrito Central por su coraje y determinación al corregir la ilegalidad”, dijo el presidente en un comunicado difundido por sus abogados. En una declaración escrita, Yun Seok-yeol agradeció a sus partidarios.
El Tribunal del Distrito Central de Seúl decidió ayer levantar el arresto y liberar a Yun Seok-yeol. Los jueces constataron que los fiscales tardaron varias horas en presentar cargos formales de motín. El 26 de enero la Fiscalía presentó acusación formal, lo que permitió prolongar la detención del presidente.
El tribunal dictaminó que la fiscalía debería haber presentado la acusación antes de las 9 de la mañana del 26 de enero, y no en la tarde de ese mismo día. La Fiscalía consideró que el plazo debía contarse sólo en días y no en horas y minutos. La fiscalía y el tribunal no se pusieron de acuerdo sobre la posibilidad de destruir pruebas.
El abogado presidencial, Seok Dong-hyun, explicó el 7 de marzo que el presidente no podría ser liberado hasta que los fiscales tuvieran la oportunidad de apelar dentro de 7 días. También insistió en que este mecanismo legal fue declarado inconstitucional.
El 15 de enero, la Oficina de Investigación Anticorrupción para Funcionarios de Alto Nivel arrestó al presidente Yoon Seok-yeol en su residencia de Seúl bajo cargos de rebelión contra el orden constitucional debido a los acontecimientos de la ley marcial. El 19 de enero, el Tribunal del Distrito Oeste de Seúl ordenó la detención del jefe de Estado.
Anteriormente, la agencia, citando fuentes, informó que el liderazgo de la fiscalía de Corea del Sur creía que el grupo que lidera el caso debería estar de acuerdo con la opinión del tribunal. Yoon Suk-yeol fue un ex fiscal general.