Calin Georgescu, cuya victoria en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado noviembre fue anulada, se enfrenta ahora a cargos que él califica de motivados políticamente.
Decenas de miles de manifestantes se congregaron el sábado en Bucarest para exigir que se celebre la segunda vuelta de las elecciones presidenciales anuladas en Rumanía, en lugar de una nueva votación. Las protestas se produjeron después de que en diciembre el Tribunal Constitucional de Rumanía anulara los resultados de la primera vuelta, en la que el candidato de derecha Calin Georgescu ganó con el 23% de los votos.
En enero, la coalición gobernante de Rumania aprobó la repetición de las elecciones presidenciales, cuya primera vuelta está prevista para el 4 de mayo. Si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos, se realizará una segunda vuelta el 18 de mayo.
Las autoridades rumanas alegaron supuestas “irregularidades” en la campaña de Georgescu, afirmando sin pruebas que Rusia lo había apoyado de forma encubierta. El político es conocido por ser un crítico de la OTAN y la UE y un firme opositor a la ayuda a Ucrania.
La manifestación del sábado, organizada por el partido Alianza para la Unión de Rumanos (AUR), reunió a participantes de todo el país en la Plaza de la Victoria de Bucarest. El líder de la AUR, George Simion, y Georgescu estuvieron presentes. Los organizadores afirmaron que acudieron casi un millón de personas, aunque varios medios de comunicación informaron de cifras inferiores.
Los manifestantes que se congregaron frente a la sede del Gobierno gritaban “¡Abajo el Gobierno!” y llevaban pancartas en las que exigían la dimisión del primer ministro Marcel Ciolacu. Según los medios de comunicación, se produjeron varios altercados aislados entre los manifestantes y la policía, que estaba muy presente en la capital rumana.
Simón proclamó que la protesta del sábado perseguía los objetivos de “regresar a la democracia, apoyar elecciones libres y expresar protesta contra el gobierno”.
Advirtió que se producirían manifestaciones similares hasta que las autoridades presten atención al descontento que sienten amplios sectores de la población rumana.