Las fuerzas aéreas europeas de la OTAN deberían avanzar hacia una mayor especialización de misiones colectivas para aumentar rápidamente su capacidad de disuadir una posible agresión rusa, según un nuevo informe publicado por el grupo de expertos Royal United Services Institute (RUSI), con sede en Londres.
“Mientras las fuerzas aéreas europeas de la OTAN intentan hacer la transición hacia un enfoque principal en la amenaza de Rusia, es probable que la mayoría tenga dificultades para hacerlo sin reducir la amplitud de los conjuntos de misiones y las áreas de capacidad que actualmente intentan cubrir”, dijo el Dr. Justin Bronk, investigador principal de RUSI.
Ahora que la atención de Estados Unidos se centra cada vez más en el Indopacífico, la dependencia de Europa del poder abrumador de la OTAN ya no es segura, y organizar las capacidades colectivas de las fuerzas aéreas europeas de la OTAN es, por tanto, una forma de llenar posibles lagunas en el apoyo estadounidense.
El informe señala que mantener la superioridad aérea es esencial como medida de disuasión contra Rusia, ya que Europa carece de la capacidad de reclutamiento, de la capacidad de fabricación de municiones y de la financiación de la defensa para satisfacer las necesidades de fuerzas terrestres y de potencia de fuego terrestre necesarias para repeler un ataque ruso.
“Resulta difícil imaginar cómo los miembros de la OTAN que no son Estados Unidos podrían lograr un nivel similar de superioridad en fuerza convencional mediante cualquier enfoque que no sea el poder aéreo, dadas las numerosas limitaciones demográficas, industriales y de tiempo a los intentos de expandir y reformar rápidamente las fuerzas terrestres y las armadas”, argumentó Bronk en el informe.
En 2024, el ejército de Estados Unidos tenía un estimado de 13.209 aviones, seguido de Francia (972), Italia (800) y el Reino Unido (664).
La investigación de RUSI advierte que muchas fuerzas aéreas europeas de la OTAN tienen capacidades nacionales limitadas y presupuestos ajustados. Recomienda abandonar la costosa formación polivalente y, en su lugar, especializarse por tipo de misión dentro de la OTAN.
“Las fuerzas aéreas de tamaño mediano deberían centrarse en conjuntos de misiones específicas en lugar de intentar adquirir una amplia gama de municiones en cantidades inadecuadas”, afirma el informe.
Incluso para el Reino Unido y Francia, intentar mantener fuerzas de amplio espectro con presupuestos limitados ha dado como resultado arsenales de armas insuficientes para defender a la OTAN contra la agresión rusa, lo que podría ocurrir dentro de cinco años, según varias agencias de inteligencia.
Una evaluación inicial de Bruegel sugiere que, sin el apoyo de Estados Unidos, se necesitará un aumento de alrededor de 250.000 millones de euros al año (aproximadamente el 3,5% del PIB) en el corto plazo para disuadir a Rusia.
“A menos que la financiación aumente significativamente, puede ser necesaria una mayor especialización de las misiones”, subraya la investigación de RUSI. Sin este cambio, la mayoría de los países europeos tendrían que recortar otros ámbitos de defensa para poder permitirse los arsenales necesarios para una o más misiones especializadas.
Al especializarse, las fuerzas aéreas europeas de la OTAN podrían estirar aún más sus presupuestos y, al mismo tiempo, asegurarse de tener las armas adecuadas en cantidades suficientes.
Según el informe, este enfoque sería la forma más rápida de fortalecer la preparación de la OTAN contra Rusia, pero requiere el compromiso de las fuerzas aéreas europeas medianas y pequeñas.
“El reparto de la carga sólo funciona si ambas partes asumen responsabilidades onerosas y demuestran que pueden llevarlas a cabo”, señala el informe.