Más de 20 empleados del gobierno de Estados Unidos renunciaron el martes al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) del asesor multimillonario de Trump, Elon Musk.
“Juramos servir al pueblo estadounidense y cumplir con nuestro juramento a la Constitución a lo largo de las administraciones presidenciales”, escribieron los 21 empleados en una carta de renuncia conjunta, de la cual The Associated Press obtuvo una copia.
“Sin embargo, ha quedado claro que ya no podemos cumplir esos compromisos”, añadieron.
Los empleados también advirtieron que muchos de los reclutados por Musk para ayudarlo a reducir el tamaño del gobierno de Estados Unidos eran ideólogos políticos que no tenían las habilidades ni la experiencia necesarias para la tarea que tenían por delante.
La renuncia masiva de ingenieros, científicos de datos, diseñadores y gerentes de producto es un revés temporal para la purga de la fuerza laboral federal impulsada por la tecnología de Musk y el presidente Donald Trump.
Esto ocurre en medio de una serie de desafíos judiciales que han buscado estancar, detener o desmantelar sus esfuerzos para despedir o coaccionar a miles de empleados públicos para que abandonen sus puestos de trabajo.
En un comunicado, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, desestimó la renuncia masiva.
“Cualquiera que piense que las protestas, las demandas y la guerra legal disuadirán al presidente Trump debe haber estado durmiendo bajo una piedra durante los últimos años”, dijo Leavitt.
“El presidente Trump no se dejará intimidar a la hora de cumplir las promesas que hizo de hacer que nuestro gobierno federal sea más eficiente y más responsable ante los contribuyentes estadounidenses que trabajan duro”, añadió.
No “desmantelaremos los servicios públicos críticos”
Musk publicó en su sitio de redes sociales X que la historia era una “noticia falsa” y sugirió que los miembros del personal eran “remanentes políticos demócratas” que “habrían sido despedidos si no hubieran renunciado”.
Los empleados habían trabajado para el Servicio Digital de Estados Unidos, pero dijeron que su trabajo estaba integrado en el nuevo grupo DOGE.
El servicio digital fue establecido bajo el mandato del ex presidente Barack Obama.
Aproximadamente un tercio de los 65 empleados que permanecieron en USDS renunciaron el martes en lugar de asumir nuevas funciones bajo DOGE.
“No utilizaremos nuestras habilidades como tecnólogos para comprometer los sistemas gubernamentales centrales, poner en peligro datos confidenciales de los estadounidenses o desmantelar servicios públicos críticos”, escribieron.
“No prestaremos nuestra experiencia para llevar a cabo o legitimar las acciones de DOGE”.