Brasil y Portugal firmaron hoy aquí 19 acuerdos bilaterales en áreas como salud, seguridad pública, turismo y ciencia y tecnología.
Entre los compromisos figuran la apertura en Lisboa de una oficina de la agencia de exportación de Brasil, una dependencia del Ministerio de Relaciones Exteriores centrada en cooperación y una sede de Embraer, el fabricante aeronáutico brasileño.
De igual manera, la Fuerza Aérea portuguesa se comprometió a comprar 12 aviones de combate Super Tucano, de fabricación nacional.
Los actos afloraron después de la decimocuarta Cumbre Brasil-Portugal, encabezada por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y el primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, en el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo en esta capital.
El intercambio con Portugal está adquiriendo un perfil diversificado, con integración de cadenas productivas relevantes y que favorecen la exportación de productos brasileños de mayor valor agregado, afirmó Lula a la prensa.
Manifestó que la expectativa es que esta relación se profundice aún más cuando el acuerdo Mercado Común del Sur-Unión Europea entre en vigor.
Significará, agregó, acceso a bienes y servicios más baratos, aumento de las inversiones y cooperación renovada para proteger el medio ambiente, sin perjuicio de la política de neoindustrialización brasileña.
Antes de la cumbre, Lula recibió al jefe del Gobierno portugués para una reunión privada y, a continuación, se unieron a las delegaciones de los dos países.
El encuentro de alto nivel tiene como objetivo discutir y fortalecer la cooperación bilateral en diversas áreas, como defensa, seguridad, justicia, ciencia, medio ambiente, comercio, salud y cultura.
La anterior edición se realizó en Lisboa, capital portuguesa, en 2023, durante la visita de Lula al país europeo, donde se firmaron 13 acuerdos bilaterales.
En 2025, se celebran los 200 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Brasil y Portugal.
Actualmente, más de 500 mil brasileños residen en Portugal, y cerca de 150 mil lusos viven en el gigante sudamericano.
Es la segunda comunidad brasileña más grande en el extranjero, después de Estados Unidos.
Ante esta relación histórica, Lula afirmó que «no hay espacio para el racismo y la xenofobia» entre las comunidades brasileña y portuguesa.
La víspera, el gobernante anfitrión también recibió al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.
Por la noche, ambos participaron en la entrega del Premio Camões de Literatura (especie del Cervantes en español) a la poetisa brasileña Adélia Prado, en el Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería.