Los rebeldes M23, respaldados por Ruanda, han asesinado a niños en la segunda ciudad más grande del este de la República Democrática del Congo, dijo el alto responsable de derechos humanos de la ONU.
La importante ciudad de Bukavu cayó en manos de los rebeldes el domingo, apenas unas semanas después de que lograran capturar Goma al norte.
En una declaración, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, dijo que su oficina había “confirmado casos de ejecución sumaria de niños por parte del M23 después de que ingresaron a la ciudad de Bukavu la semana pasada”.
“También tenemos conocimiento de que había niños en posesión de armas”, añadió.
La declaración del jefe de derechos humanos no dio detalles específicos, pero la ONU ha acusado previamente tanto a las fuerzas del gobierno congoleño como a los rebeldes M23 de reclutar niños soldados.
A principios de este mes, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU inició una investigación sobre las atrocidades cometidas por ambas partes, incluidas violaciones y asesinatos.
En los últimos meses, los combates en el este del país, rico en minerales y donde la guerra ha asolado las últimas tres décadas, se han intensificado y el M23 ha conseguido una serie de importantes victorias contra el ejército congoleño.
Al menos 3.000 personas fueron asesinadas recientemente y miles más fueron desplazadas en Goma, que los rebeldes del M23 tomaron a fines de enero.
Los rebeldes cuentan con el apoyo de unos 4.000 soldados ruandeses, según los expertos de la ONU.
A diferencia de 2012, cuando el M23 tomó brevemente el control de Goma antes de retirarse debido a la presión internacional, los analistas creen que el grupo podría estar buscando poder político más que sólo ganancias territoriales.