Los líderes europeos endurecieron su tono el jueves en reacción a la llamada telefónica entre Donald Trump y Vladimir Putin, recordando al presidente estadounidense que cualquier acuerdo de paz requerirá la participación de Europa para funcionar en la práctica.
La llamada del miércoles, en la que los dos líderes acordaron iniciar “inmediatamente” negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania, ha sido mal recibida en todo el continente y ha suscitado temores de que Europa quede completamente apartada del naciente proceso de paz.
Conseguir un lugar en la mesa siempre ha sido una prioridad para los líderes de la UE, quienes, en los primeros meses de la guerra, otorgaron a Ucrania el estatus de candidato para unirse al bloque de 27 miembros.
“Si se llega a un acuerdo a nuestras espaldas, sencillamente no funcionará. Porque para cualquier tipo de acuerdo, cualquier tipo de acuerdo, se necesita que los europeos lo implementen, se necesita que los ucranianos lo implementen”, dijo Kaja Kallas, Alta Representante de la UE, durante una reunión ministerial en la OTAN.
António Costa, presidente del Consejo Europeo, lanzó una advertencia similar a la Casa Blanca, argumentando que la paz en Ucrania y la seguridad en Europa son “inseparables”.
“La paz no puede ser un simple alto el fuego. Rusia no debe seguir siendo una amenaza para Ucrania, para Europa y para la seguridad internacional”, afirmó Costa. “No habrá negociaciones creíbles y exitosas, ni una paz duradera, sin Ucrania y sin la UE”.
El portavoz jefe de la Comisión Europea dijo que “no puede haber discusión sobre la seguridad de Europa y de Ucrania sin Europa” y describió la llamada entre Trump y Putin como “el comienzo de un proceso”, al que seguirán más pasos.
El portavoz confirmó que Washington no se puso en contacto con Bruselas antes de la llamada telefónica del miércoles. “No hubo coordinación en relación con esta llamada en particular”, afirmó el portavoz.
El presidente lituano Gitanas Nausėda declaró: “El agresor sigue siendo un agresor y la víctima, el país atacado, debe recibir apoyo. Una tregua no es una paz duradera. Debemos detener al agresor ahora y para siempre”.
Mientras tanto, en Varsovia, el primer ministro polaco, Donald Tusk, no se anduvo con rodeos y recurrió a las mayúsculas para expresar su frustración por la diplomacia de Trump.
“Todo lo que necesitamos es paz. UNA PAZ JUSTA. Ucrania, Europa y Estados Unidos deberían trabajar juntos en esto. JUNTOS”, escribió Tusk.
Más tarde, Tusk mantuvo una conversación telefónica con Zelensky, Costa, el canciller alemán Olaf Scholz y el primer ministro sueco Ulf Kristersson. En el intercambio también participó Friedrich Merz, el líder de la CDU alemana, que es el favorito para convertirse en el próximo canciller.
“El mensaje es claro: Ucrania, Europa y Estados Unidos deben estar completamente unidos y participar en conversaciones de paz”, afirmó Tusk.
Zelensky, quien mantuvo una llamada por separado con Trump, dejó en claro que Ucrania no “aceptaría ningún acuerdo sin nosotros” y pidió que Europa sea parte de las negociaciones.
“Los europeos también deberían estar presentes en la mesa, como parte de nuestro continente, y sin duda nos convertiremos en miembros de la Unión Europea. Europa nos ha ayudado mucho”, afirmó Zelensky.
“Todo el mundo entiende el formato probable: Estados Unidos, Ucrania y Rusia. Pero, ¿dónde está Europa? También me interesa mucho incluir a Europa”.
Zelensky admitió que “no fue agradable” saber que Trump había hablado con Putin, un hombre buscado por crímenes de guerra, antes de hablar con él, pero no interpretó la llamada telefónica entre los dos líderes como una “priorización de las conversaciones con Rusia”.
“Le hace el juego a Rusia”
Los temores de Europa se han visto agravados por la elección halagadora de palabras de Trump.
En su mensaje en las redes sociales después de la llamada telefónica, elogió a Putin y a Rusia, destacando “la gran historia” y las “fortalezas” de ambas naciones. Cabe destacar que el mensaje no mencionó qué país estaba invadiendo a cuál. En cambio, Trump se refirió a “la guerra con Rusia/Ucrania”, un término vago que recuerda al lenguaje oficial de China.
Para Kaja Kallas, la intervención de Hegseth reveló demasiado pronto las cartas de la Casa Blanca. Rusia se opone desde hace tiempo a las aspiraciones de Ucrania a la OTAN, que Putin ha invocado como justificación para lanzar la invasión a gran escala hace casi tres años.
“La pertenencia a la OTAN es la garantía de seguridad más sólida que existe. Y, de hecho, también es la garantía más barata que existe”, afirmó Kallas.
“No deberíamos retirar nada de la mesa antes de que comiencen las negociaciones, porque eso beneficia a Rusia y es lo que ellos quieren. ¿Por qué les estamos dando todo lo que quieren incluso antes de que comiencen las negociaciones?”
El Kremlin reaccionó positivamente a la llamada telefónica y el portavoz Dmitry Peskov describió la posición de Trump como “mucho más atractiva”.
“Estoy seguro de que en Kiev, Bruselas, París y Londres están leyendo ahora con horror la larga declaración de Trump sobre su conversación con Putin y no pueden creer lo que ven”, escribió Pushkov en una aplicación de mensajería.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que ha antagonizado a otros países de la UE al adoptar una postura amistosa hacia Rusia y visitar a Putin en Moscú, criticó duramente la declaración conjunta publicada por los ministros de Asuntos Exteriores europeos el miércoles por la noche, donde afirmaron que “Ucrania y Europa deben ser parte de cualquier negociación”.
“No se puede pedir un lugar en la mesa de negociaciones. ¡Hay que ganárselo! Con fuerza, buen liderazgo y diplomacia inteligente”, afirmó Orbán. “La posición de Bruselas -apoyar la matanza mientras sea necesario- es moral y políticamente inaceptable.