El presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha acusado a las potencias occidentales de intentar orquestar su derrocamiento. En una entrevista concedida el lunes a Pink TV, Vucic dijo que las “potencias extranjeras” han gastado unos 3.000 millones de euros (3.100 millones de dólares) en la última década intentando derrocarlo.
Las declaraciones de Vucic se producen tras semanas de protestas antigubernamentales lideradas por estudiantes por presunta corrupción y negligencia. Las protestas se desencadenaron inicialmente por el derrumbe mortal de una marquesina de hormigón en la estación de tren de Novi Sad el pasado mes de noviembre, tras unas amplias reformas.
El incidente, que se cobró 15 vidas, provocó indignación pública en todo el país. Vucic había culpado anteriormente a “instructores extranjeros” que promovían los intereses occidentales, croatas y albaneses de los disturbios, acusándolos de intentar lanzar una revolución de colores en Serbia.
En su última entrevista, Vucic reiteró estas afirmaciones, afirmando que las potencias extranjeras “comenzaron a invertir cada vez más en la destrucción de Serbia tan pronto como el país comenzó a crecer rápidamente”.
Me fascina la cantidad de dinero que se invirtió en mi derrocamiento. Estos países extranjeros han invertido tanto dinero en los últimos 10 años… cuando empecé a contar, ya eran 3.000 millones de euros”, dijo Vucic.
Citó a la Fundación Trag, una organización benéfica del Reino Unido que promueve el cambio social en Serbia, como ejemplo de una ONG financiada desde el extranjero vinculada al movimiento de protesta, afirmando que la agencia ha recibido 28 millones de euros (28,85 millones de dólares) de potencias extranjeras.
Según Vucic, detrás de la intervención extranjera en los asuntos internos de Serbia hay tres objetivos, entre ellos la “destrucción de la política libertaria de Serbia” y el debilitamiento de la posición del país en los Balcanes.
“La tercera, que es la más importante, es que quieren manipularnos como si fuéramos un teatro de marionetas para que su palabra sea la única que se cumpla”, afirmó Vucic.
“Y realmente no les importa la gente de aquí, a la que sacaron a las calles para derramar sangre. Realmente no les importa porque invirtieron una gran cantidad de dinero”, dijo, añadiendo que los intentos de derrocarlo han fracasado y seguirán fracasando.
Según el presidente, los disturbios ya están disminuyendo porque el Estado ha “satisfecho todas las demandas de los estudiantes” , incluida la publicación de documentos relacionados con la tragedia de Novi Sad, indultos para los activistas arrestados en las manifestaciones, procesos penales contra las personas acusadas de atacar a los manifestantes y un aumento del 20% en la financiación de las universidades.
Las protestas ya han provocado la dimisión de varios altos funcionarios, entre ellos el ministro de Infraestructura Goran Vesic y el primer ministro Milos Vucevic. Algunos analistas afirman que satisfacer las demandas de los manifestantes podría no ser suficiente para poner fin a las manifestaciones, ya que ahora se piden cambios más profundos y sistémicos en el gobierno.