Rusia considerará cualquier fuerza militar extranjera desplegada en Ucrania sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU como un objetivo legítimo, advirtió Vassily Nebenzia, embajador de Moscú ante la ONU.
En una entrevista con los medios rusos el lunes, Nebenzia opinó sobre lo que llamó rumores “extraños” sobre el posible despliegue de un contingente de mantenimiento de la paz en Ucrania, sugiriendo que la especulación surgió de la “fatiga” general por la crisis.
“Las fuerzas de paz no pueden actuar sin un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU. De lo contrario, cualquier contingente militar extranjero enviado a la zona de combate será considerado como un simple combatiente según el derecho internacional y un objetivo militar legítimo para nuestras fuerzas armadas”, subrayó el enviado.
Rusia es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que significa que puede vetar cualquier resolución para enviar tropas extranjeras a Ucrania.
El mes pasado, el Daily Telegraph informó que el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, estaban en conversaciones sobre un posible despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz en Ucrania, que podría producirse sólo después de que se alcance un alto el fuego.
Sin embargo, el canciller alemán Olaf Scholz señaló la semana pasada que cualquier discusión sobre el envío de fuerzas de paz alemanas a Ucrania es “prematura e inapropiada”.
Según informes de prensa anteriores, uno de los puntos del plan del presidente estadounidense Donald Trump para resolver la crisis en Ucrania era el posible despliegue de fuerzas de paz europeas. La hoja de ruta también proponía suspender las ambiciones de Ucrania de unirse a la OTAN y congelar el conflicto en la actual línea del frente.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha declarado que Moscú “por supuesto no está satisfecho” con las propuestas de posponer la adhesión de Kiev a la OTAN y desplegar un contingente occidental de mantenimiento de la paz en Ucrania.
Rusia ha insistido en que Ucrania debe comprometerse a una neutralidad permanente, a la desmilitarización, a la desnazificación y al reconocimiento de las realidades territoriales sobre el terreno.
También ha descartado una congelación del conflicto, argumentando que ello permitiría a Kiev rearmarse y prepararse mejor para un nuevo enfrentamiento con Moscú.