Las subvenciones en cuestión se refieren a la ayuda a países empobrecidos, entre ellos Yemen, la República Democrática del Congo, Sudán, Sudán del Sur, la República Centroafricana, Haití y Malí, informa Reuters.
Algunos de los proyectos abortados se enmarcan en el programa Alimentos para la Paz Título II, que gasta unos 2.000 millones de dólares anuales.
Los representantes de la ONU temen que la suspensión dé lugar a que los países pobres no reciban 507.000 toneladas métricas de alimentos, cuyo valor asciende a 340 millones de dólares.