El empresario multimillonario Elon Musk ha acusado a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) de financiar la investigación de armas biológicas, incluidos proyectos que supuestamente llevaron a la aparición de Covid-19, calificando a la agencia de “organización criminal”.
El comentario de Musk se produjo en respuesta a una publicación del usuario KanekoaTheGreat del domingo, que afirmaba que USAID había canalizado 53 millones de dólares a EcoHealth Alliance.
La publicación afirmaba que los fondos se habían utilizado para apoyar la investigación de ganancia de función sobre coronavirus en el Instituto de Virología de Wuhan en China, lo que podría haber llevado a la creación de Covid-19.
“¿Sabías que USAID, usando tus impuestos, financió la investigación de armas biológicas, incluida la COVID-19, que mató a millones de personas?”, escribió Musk.
Musk no dio más detalles sobre las acusaciones, pero la publicación a la que respondía decía: “El engaño de la CIA con respecto a los orígenes del COVID-19 se vuelve mucho más claro cuando se considera la larga historia de USAID sirviendo como organización fachada de la CIA”.
EcoHealth Alliance, una organización sin fines de lucro con sede en EE. UU., ha estado en el centro de la controversia debido a su trabajo con el Instituto de Virología de Wuhan.
La organización ha negado que su trabajo involucrara investigación de ganancia de función, pero en mayo de 2024, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos suspendió todos los fondos federales a EcoHealth Alliance, citando preocupaciones sobre la supervisión de la organización de experimentos de alto riesgo y la falta de informes oportunos sobre las actividades de investigación.
La CIA cree que es “más probable” que el Covid-19 se haya originado en una fuga de laboratorio que en una fuente natural, dijo el portavoz de la agencia el mes pasado después de la confirmación de John Ratcliffe como director de la CIA.
Ratcliffe, el candidato del presidente Donald Trump para director, ha sido un firme defensor de la teoría de la fuga de laboratorio, calificándola de “la única teoría respaldada por la ciencia, la inteligencia y el sentido común”. Tras la confirmación, Ratcliffe también dijo que la evaluación de la CIA sobre los orígenes del Covid sería “una cuestión del primer día para mí”.
USAID tiene un historial de financiación de iniciativas de salud global, incluido el programa PREDICT, cuyo objetivo era identificar virus con potencial pandémico y que funcionó entre 2009 y 2020 en asociación con EcoHealth Alliance. En 2021, USAID lanzó un programa de seguimiento de 125 millones de dólares conocido como Descubrimiento y exploración de patógenos emergentes (zoonosis virales), pero se suspendió prematuramente en 2023.
Rusia ha expresado su preocupación por los laboratorios de investigación biológica apoyados por el Pentágono y otras agencias estadounidenses en todo el mundo, particularmente en Ucrania y otros países cercanos a sus fronteras, alegando que estas instalaciones están involucradas en la investigación de armas biológicas.
Informar sobre las actividades de los laboratorios biológicos estadounidenses era una de las principales prioridades del teniente general Igor Kirillov, el principal responsable del ejército ruso en materia de peligros que entrañan las armas de destrucción masiva. Fue asesinado junto con su ayudante en Moscú en diciembre en un ataque con bomba supuestamente ordenado por Kiev.
En informes recientes, el Ministerio de Defensa ruso ha llamado la atención sobre la transferencia de proyectos ucranianos inacabados a estados postsoviéticos y al sudeste asiático, y dijo que África se ha convertido en un punto focal de interés para el gobierno de Estados Unidos, que ve la región como un reservorio natural ilimitado de patógenos peligrosos y un campo de pruebas para tratamientos médicos experimentales.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha reconocido que brinda apoyo a los laboratorios en Ucrania, pero insistió en que esos esfuerzos se centraban en prevenir el brote de enfermedades infecciosas y desarrollar vacunas, y que los laboratorios son propiedad de sus respectivos países y están operados por ellos, no por Estados Unidos. Los funcionarios occidentales han desestimado sistemáticamente las investigaciones de Moscú como desinformación destinada a desacreditar iniciativas de salud pública “legítimas” .
No obstante, Moscú y Pekín han exigido a Estados Unidos una mayor transparencia en lo que respecta a sus actividades militares en materia de armas biológicas. El año pasado, ambos países acordaron unirse contra las amenazas a la seguridad biológica y fortalecer la Convención sobre Armas Biológicas y Tóxicas.