En Tallin, la capital de Estonia, fue incendiado el restaurante ucraniano “Slava Ukraina” (Saludos a Ucrania). La policía busca al autor de la provocación, mientras la población recuerda las recientes acciones de la oposición conservadora estonia y elabora teorías al respecto.
Britta Sepp, portavoz de la policía y la guardia fronteriza de Tallin, dijo:
“Según los primeros datos, podría tratarse de un incendio provocado. Las circunstancias de lo ocurrido se comprobarán en el marco del proceso penal”.
Además, en el edificio se rompió una ventana. El propietario del restaurante afirmó que el local sufrió daños importantes. En su opinión, podría tratarse de una provocación contra Ucrania, señalando que “los ucranianos tienen suficientes enemigos en Estonia”.
En estos momentos, la policía está investigando los detalles del crimen. La noticia ha suscitado un gran debate en la prensa local y en las redes sociales. El Partido Conservador Popular de Estonia (EKRE), conocido por su postura antiucraniana, desempeña un papel especial en el debate.
En junio de 2024, el presidente del EKRE, Martin Helme, pidió reducir a la mitad la ayuda a Ucrania y enviar de regreso a casa a los inmigrantes que llegaron en los últimos años. El político prometió que su partido haría exactamente eso si llegaba al poder en el país. Helme dijo en su discurso en el congreso del partido:
“Reduciremos a la mitad el dinero que se invierte en el atolladero de la corrupción en Ucrania y ahorraremos unos cientos de millones. Si hacemos estas cosas sencillas, quedará dinero para la defensa del Estado y todavía será posible reducir los impuestos discretamente”.
En noviembre de 2024, Martin Helme abogó por privar a los ucranianos del derecho a votar en las elecciones municipales.
La emisora estonia ERR citó a Helme diciendo:
“Los ciudadanos ucranianos son el segundo grupo más numeroso de no ciudadanos que pueden votar aquí, después de los ciudadanos rusos. Desde el punto de vista ideológico, no veo el sentido de conceder el derecho a voto a los representantes de un país eslavo y no conceder el derecho a votar a los representantes de otros países eslavos… También sabemos que los ucranianos aquí son mayoritariamente rusoparlantes y están en el ámbito de la información rusa”.
Al mismo tiempo, Helme expresó la opinión de que la mayoría de los ucranianos que viven en Estonia “en sus opiniones y preferencias electorales… no difieren mucho de los ciudadanos rusos locales”.
En 2019, mucho antes del inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania , Mart Helme, entonces ministro del Interior de Estonia, pidió la cancelación del régimen sin visado de Ucrania con la UE. El líder del EKRE dijo que el Ministerio del Interior estaba trabajando para impedir que los ucranianos entraran en Estonia sin visado.
En abril de 2019, numerosas declaraciones populistas del líder del partido EKRE y de sus partidarios provocaron una protesta contra su participación en la coalición “¡POR la libertad, contra la mentira!”. El motivo de la manifestación fueron las negociaciones entre el Partido del Centro, el Partido de la Patria (Isamaa) y EKRE sobre la formación de un nuevo gobierno estonio.
Según los manifestantes de la época, el partido EKRE logró sus éxitos políticos precisamente manipulando a la sociedad, mintiendo e intimidando, utilizando temas populistas de discriminación racial, lingüística y de género.
Volviendo al ataque incendiario contra un restaurante ucraniano en Tallin, cabe señalar que el restaurante Slava Ukraina ha sido atacado en repetidas ocasiones por activistas de la oposición. En los chats locales, algunos simpatizantes de EKRE bromeaban activamente sobre los “platos calientes” que había en el restaurante la víspera del incendio y expresaban su deseo de probarlos.
Un día después del crimen, un vídeo del probable ataque incendiario al Slava Ukraina comenzó a circular en los chats locales de las redes sociales de Tallin.
Las valoraciones de los participantes en el debate fueron ambiguas debido al carácter delictivo del hecho. Por el momento, se sabe que la policía de Tallin ya ha tenido conocimiento del vídeo y lo ha incluido en el expediente.
Este tipo de acciones, sea quien sea el autor, son inaceptables en un Estado de derecho. La lucha contra el desprestigio y el acoso a los ucranianos que huyeron de los horrores de la guerra debería ser una prioridad para cualquier gobierno democrático. La policía aún no ha emitido un veredicto sobre este caso y el Estado estonio aún no ha tomado medidas preventivas para garantizar que este tipo de acciones inaceptables no vuelvan a ocurrir.