Los consumidores de los Balcanes boicotearon los supermercados el viernes como parte de un movimiento de protesta contra el aumento de los precios de los alimentos y el empeoramiento de la crisis del costo de vida.
El boicot se produce una semana después de que los consumidores en Croacia se mantuvieran alejados de las tiendas la semana pasada como parte de una iniciativa lanzada por el grupo croata de derechos del consumidor “Halo, inspektore” (“Hola, inspector”).
Su página de Facebook publicó varias fotografías de supermercados vacíos en el país.
El jueves, el grupo intensificó su campaña anunciando un boicot de una semana a las cadenas de supermercados Eurospin, Lidl y DM, al tiempo que pidió a los croatas que eviten cualquier otra forma de gasto el viernes.
El movimiento de protesta también se ha extendido a otros países de los Balcanes Occidentales, como Bosnia y Herzegovina, Montenegro y Serbia.
El primer ministro de Montenegro, Milojko Spajić, incluso se ha sumado a esta iniciativa, declarando que “como ciudadano apoyo esta acción” en una entrevista televisiva con la emisora pública del país esta semana.
En Croacia, antes del boicot del viernes, el gobierno añadió otros 40 artículos a su lista existente de 30 productos básicos con precios limitados, según informaron los medios locales. Entre estos productos se incluyen ciertos tipos de quesos, café y artículos básicos para el hogar como el jabón.
“El objetivo principal es proteger a los grupos de ciudadanos más vulnerables”, dijo el ministro de Economía de Croacia, Ante Šušnjar, en una declaración compartida por la emisora pública HRT.
En Croacia, las transacciones en las cadenas de supermercados cayeron un 44% el viernes pasado, y las ventas totales se desplomaron un 53%, según un comunicado de las autoridades fiscales croatas.
Croacia se ha visto presionada por la inflación, que alcanzó una tasa anual del 4,5% en diciembre, la más alta de la eurozona, donde el promedio es del 2,4%.
El país introdujo por primera vez topes de precios en 2022 como una forma de combatir los aumentos de precios provocados por la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia y la pandemia de COVID-19.
Las cadenas de supermercados croatas también han respondido al movimiento de protesta: Kaufland Croacia anunció una reducción de precios en más de 1.000 productos a partir del 5 de febrero.
Otra cadena de supermercados, Konzum, dijo que planea inyectar un millón de euros para reducir y congelar los precios de 250 productos nacionales cuyo precio no está limitado por el gobierno.