La Unión Europea ha amenazado con nuevas sanciones contra Bielorrusia después de que pareciera seguro que el presidente Alexander Lukashenko conseguiría su séptima victoria electoral consecutiva desde 1994.
“Las elecciones simuladas de hoy en Bielorrusia no han sido ni libres ni justas”, dijo la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, en una declaración conjunta con la comisaria de Ampliación, Marta Kos.
“La represión implacable y sin precedentes de los derechos humanos, las restricciones a la participación política y al acceso a los medios de comunicación independientes en Bielorrusia han privado al proceso electoral de toda legitimidad”, afirma el comunicado.
Instaron al gobierno bielorruso a liberar a los presos políticos, incluido un empleado de la delegación de la UE en la capital, Minsk.
Kallas y Kos dijeron que la decisión de invitar a observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa hace sólo 10 días impidió al grupo monitorear todo el proceso electoral.
“Por estas razones, así como por la participación del régimen bielorruso en la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y sus ataques híbridos contra sus vecinos, la UE seguirá imponiendo medidas restrictivas y específicas” contra el gobierno bielorruso, dijeron los funcionarios de la UE.
No dieron más detalles sobre cuáles serían los objetivos del nuevo paquete de sanciones ni cuándo se implementaría.
En otras partes de Europa, los resultados electorales, que pronostican un porcentaje de casi el 88% de los votos para Lukashenko, fueron recibidos con burla.
“El pueblo de Bielorrusia no tuvo otra opción. Es un día amargo para todos aquellos que anhelan la libertad y la democracia”, dijo la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, en una publicación en X.
En una publicación irónica en X, el ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, expresó su sorpresa por el hecho de que “solo” el 87,6% del electorado emitió su voto por Lukashenko.
“¿El resto cabrá en las cárceles?”, preguntó.
La victoria electoral de Lukashenko en 2020 también fue calificada de farsa por Occidente y el resultado desencadenó semanas de protestas generalizadas en todo el país.
Esto provocó una brutal represión por parte de las fuerzas de seguridad y condujo a 65.000 arrestos.
Se estima que hay 1.200 presos políticos en el sistema penitenciario bielorruso y alrededor de 500.000 personas huyeron del país después de las elecciones de 2020 y, por lo tanto, no pueden votar.
En la misma conferencia de prensa, Lukashenko también dijo que predijo “algún tipo de resolución” de la guerra en Ucrania en 2025, lo que no significa necesariamente un fin completo de los combates.
Lukashenko es un aliado cercano del presidente ruso Vladimir Putin y Moscú utilizó en parte el territorio bielorruso para lanzar su operación en Ucrania en 2022.
“Probablemente seguiremos en conflicto durante mucho tiempo. Somos eslavos, si empezamos a tener conflictos, durarán mucho tiempo. Pero habrá una solución. La luz al final del túnel aparecerá este año”, afirmó.
Pero es poco probable que la condena de los líderes occidentales o las amenazas de sanciones de la UE tengan mucha importancia para Lukashenko.
“No me importa un carajo Occidente”, dijo.