El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha anunciado este domingo que desautoriza cualquier entrada de aviones con inmigrantes deportados de Estados Unidos en el marco de la campaña contra la inmigración ilegal lanzada por el presidente estadounidense, Donald Trump.
“Los EEUU no pueden tratar como delincuentes a los migrantes Colombianos. Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio”, ha indicado Petro en un mensaje publicado en su cuenta en la red social X.
A su vez, Petro instaba al país estadounidense que trataran “dignamente” a los ciudadanos: “EEUU debe establecer un protocolo de tratamiento digno a los migrantes antes que los recibamos nosotros”.
Antes de este mensaje, Petro había publicado otro anunciado la llegada de dos de estos vuelos en el que invitaba a la gente a recibir a los repatriados “con banderas y flores”. Sin embargo, el mensaje fue borrado minutos después y sustituido por el definitivo.
“A las 6.45 am llegará el primer avión con deportados colombianos de Estados Unidos. Otro avión llegará hacia las 10 am, recibámoslos con banderas y flores”, rezaba el mensaje original, cuya captura de pantalla ha sido publicada en redes sociales.
Aseguró a su vez que “un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece”: “Por eso hice devolver los aviones militares estadounidenses que venían con migrantes colombianos”.
Aseguró a su vez que “un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece”: “Por eso hice devolver los aviones militares estadounidenses que venían con migrantes colombianos”.
“No puedo hacer que los migrantes queden en un país que no los quiere; pero si ese país los devuelve debe ser con dignidad y respeto con ellos y con nuestro país. En aviones civiles, sin trato de delincuentes recibiremos a nuestros connacionales. Colombia se respeta”, zanjó.
En respuesta a la negativa del presidente Petro de aceptar dos vuelos con deportados colombianos, que anteriormente el presidente había autorizado y que habían sido aprobados a los más altos niveles del Gobierno, la Embajada de Estados Unidos en Colombia cerrará mañana la sección de visas. Próximamente se implementarán medidas de represalia adicionales”, han explicado fuentes de la Embajada citadas por varios medios colombianos.
15.000 estadounidenses “irregulares” en Colombia
Una vez anunciada la represalia, Petro ha llamado la atención sobre la presencia de 15.660 estadounidenses “establecidos en Colombia de manera irregular”. “Deben acercase a nuestro servicio migratorio para regularizar su situación”, ha emplazado. Además, señaló además “los ciudadanos norteamericanos que lo deseen pueden estar en Colombia” porque él cree “en la libertad humana”.
Petro ha asegurado que le verían “jamás quemando una bandera gringa o haciendo una ratzia para devolver los ilegales esposados a EEUU”. “Los libertarios de verdad jamás agrediremos la libertad humana. Somos lo contrario de los nazis”, ha argumentado.
El mandatario colombiano se ha referido también a las negociaciones sobre el Darién. “Espero que no se congele el dialogo sobre el Darién. Si no hay regularización aumentarán las ilegalidades. Ya lo vimos cuando Estados Unidos bloqueo a Venezuela e hizo estallar la oleada migratoria. Primero es la dignidad de Colombia y América Latina. Los migrantes son seres humanos y sujetos de derechos y como tal deben ser tratados”, ha añadido.
Petro ha denunciado que “un millón de latinoamericanos han caído asesinados por la prohibición contra la cocaína y la marihuana, mientras el vino, el whisky y el tabaco, que matan más, son legales”.
Por eso ha planteado convocar una asamblea extraordinaria de presidentes latinoamericanos para examinar los problemas de la migración y la nueva configuración del mercado de drogas en América. “Si no nos quieren en el norte, el sur debe unirse. Nunca han tenido dignidad. Experimentémosla”, ha sentenciado.
El colombiano ha cuestionado algunas de las decisiones o políticas de Trump, y el pasado martes tachó de “peligroso” el comentario que hizo el inquilino de la Casa Blanca sobre América Latina, región sobre la que el gobernante norteamericano dijo: “No los necesitamos“.